Papel de liar..., una sección mensual en el blog para leer, para abrir debate..., de la mano de Albert Boet.
En el año 1980, para incentivar el ahorro, un Banco tomó la iniciativa de ofrecer a los pequeños ahorradores, pequeños de edad, el caramelo de un coche de Scalextric. Hoy, algunos de aquellos menores impositores probablemente tienen en su saldo doméstico un buen haber de coches de slot.
Era una de las primeras iniciativas de marketing en que se involucraba a una marca de slot. Después, con los años, otros fabricantes recibieron encargos similares e incluso alguno generó un gran volumen de ediciones especiales que ocupaban una larga lista en sus referencias.
Se abría otra vía de coleccionismo, otra línea de aumentar el haber. Aquella primera acción comercial del 80 abrió, sin lugar a dudas, el camino a alguno de los que hoy atesoran decenas, cientos o miles de coches de slot. Y es que paradójicamente una propuesta de marketing encaminada al ahorro derivó en otro tipo de inversión.
No sabemos si posiblemente mas rentable que la primera, pero lo que si es cierto es que aquellos modelos primeros, cuidadosamente alineados bajo una luz, han ido incrementando su precio hasta alcanzar valores inimaginables hace treinta años.
El Vintage, la reedición de Scalextric, “Alpine Renault Banco Occidental” tiene unas connotaciones que probablemente van más allá de la simple elección de un modelo raro, buscado, deseado, que lo es. Nos gusta hacer una lectura más profunda y algo más compleja, creyendo que detrás de la gran urna del “Banco Occidental” hay una devolución histórica de un pasaje importante del slot en nuestro país.
En treinta años los réditos de una acción han beneficiado más al producto que a la empresa que lo encargó, dejando de lado la turbulenta desaparición del Banco, demostrando que la solidez de un concepto y un producto a él asociado, pueden generar unos saldos mucho más positivos.
Albert Boet
Director Slot MiniAuto
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