LANCIA STRATOS SANREMO 1980

Diez años después -noviembre de 1970- desde que Lancia acordase la producción definitiva, o casi diez desde que en el Salón de Bruselas se presentase el prototipo del Ford GT70 -motivo por el que en Lancia se puso definitivamente manos a la obra con el Stratos-, es cuando Fabrizio Tabaton se puso al volante de un, ya "obsoleto", Lancia Stratos en el rally de Sanremo, año 1980; edición de la que hoy se cumplen nada más y nada menos que 31 años..., ahora reproducido por Team Slot.

Si mucho había llovido desde que Nuccio Bertone -junto a Beppe Panicco- llevaron por las calles de Torino aquel Stratos plateado hasta Via San Paolo -donde les esperaban impacientes Gobbato y Fiorio- causando sensación entre los afortunados que lo vieron pasar. Nada tardaron el darle el "ok" a Bertone, quien entre febrero y marzo del '71 ya había modificado cuanto sugerido por Fiorio. Desde el "primer" Stratos, hasta el primer Stratos real (corriendo) pasaron once meses, 43 hasta su homologación..., y tras más de 40 años desde aquel primerísimo Stratos, éste sigue siendo uno de los más grandes coches de rally de todos los tiempos; un hito en la historia del automovilismo.




Aunque hoy no quisiera prestarle demasiada atención a la historia del Stratos de Lancia y sí a la fantástica reproducción de Team Slot, su nueva pintura y tampografía y su último chasis; que podría denominarse como Evo IV dadas las importantes mejoras que sobre él han realizado en la fábrica de Team Slot; una de las poquísimas marcas con fábrica propia, tal vez, junto con Cartrix, el último reducto de artistas del plástico, los último románticos o los últimos locos..., o aquéllos eran los romanos.




Siempre he mantenido que Team Slot, tal vez porque la producción depende de los mismos genes, tres o cuatro pares de manos, sigue manteniendo el mismo aire, su misma personalidad; aunque desde hace unos modelos, con una nueva cara, gracias a su mejora en cuestión de pintura y comportamiento.




Tal vez ésta no sea la decoración más llamativa, ni la mejor en un Stratos -por piloto y resultado o relevancia histórica-, pero sí lo es para el aficionado -al menos para mí- dada esa evolución. Para ser sincero nada de eso me ha llevado a compartir hoy unas fotos del modelo, y sí el hecho, como apuntaba al principio, de que ésta se corresponde con un modelo que compitió, Rally de Sanremo (San Remo) hace justo ahora treinta y un años; y es que si el 12 de octubre de 1980 nos levantábamos con la noticia del título mundial de pilotos de Walter Röhrl -con su Fiat 131 Abarth "Experimental" en Sanremo- es porque el alemán había logrado hacerse con la victoria, incontestable, en el Sanremo.




Fiat, con Walter Röhrl a la cabeza y Alen y Bettega de escuderos, llegaba a las verificaciones de chiripa debido a las huelgas de los trabajadores de la marca, es más, los problemas no acababan en llegar a verificar, sino en acudir a una prueba del Campeonato del Mundo sin asistencia oficial (recambios, mecánicos...). Por suerte tanto Fiat como Röhrl tenían el título casi en el bolsillo; más ganando esta prueba.




La primera etapa fue realmente dura, sin concesiones a los menos preparados. Más de 800 kilómetros con 340 de tramos cronometrados en los que destacó, sobre el resto. En la primera jornada la pericia de Alen (Fiat 131 Abarth Gr. 4) -pese a sus problemas con los frenos-, aventajando en más de medio minuto a Vatanen y medio minuto más sobre su compañeros Röhrl (Fiat 131 Abarth Gr. 4) y Darío Cerrato (Opel Ascona), quien sobre asfalto, y gracias a una impecable preparación, se mostraba fortísimo.




Lamentablemente tan exigente fue esta primera jornada, y tan duro lidiaban los nuevos modelos de Fiat, Ford, Opel, Talbot, Alfa..., que el Stratos de Tabaton -siguiendo la estela de Munari..., no porque Tabaton se defendiese en su Stratos y sí porque Munari hacía de cero-, cuando mejor estaba cuajando el cierre de los tramos (en asfalto), rompió el motor.




A la tierra buena cara, se decía Vatanen, quien se aprovechaba de los problemas de Alen -quien rompería el embrague, tras los antes citados problemas con los frenos y con la asistencia- y se hacía con el liderato tras la segunda jornada; y es que en la tierra los Ford Escort, calzados con Dunlop, estaban intratables; pese a la teórica superioridad de los Pirelli (en el 131 de Röhrl), claro que con buen pan bien se moja (por no ser soez)..., y es que el Fiat de Röhrl era el pata negra (Un RedBull que diríamos hoy), un ultraligero capaz de sobrevolar los tramos. Pese a todo, Vatanen lograba mantenerse en los tiempos estratosféricos del alemán, quien en plena disputa de la tercera jornada aventajaba al nórdico en 14 segundos. A ambos sólo un sorprendente Fréquêlin era capaz de seguirles -hasta que su Talbot sufrió una serie de problemas con la presión del aceite, lo que le llevó a ser penalizado tras una asistencia demasiado larga-, aunque a casi tres minutos; ampliando esta ventaja en el asfalto hasta más del minuto y medio con Vatanen.




Al final ni la lluvia pudo con Fiat ni con Röhrl, quienes dejaron al al Ford de Vatanen a más de cinco minutos y medio y al de Mikkola a más de 14 minutos. El triunfo de Röhrl le daba el título de Campeón del Mundo de 1980, y a Fiat..., prácticamente, pues las opciones de la marca del óvalo eran sólo matemáticas, pero casi imposibles..., imposibles cuando sindicatos y marca llegaron a un acuerdo y Fiat anunciaba que acudiría al Tour de Corse a por todas..., un Tour de Corse donde el gran esperado era el francés Ragnotti..., quiero decir, el francés Renault 5 Turbo..., aunque esa es otra historia.






Si a 1:1 el Stratos de Tabaton en el Sanremo no tuvo gran repercusión, el de Team Slot, y pese a los tiempos que corren, espera tenerla -en los tramos (caseros y de club) y vitrinas- con esta edición limitada (¿Cuál no lo es en estos días?). Su presentación, la habitual; peana de plástico y tornillo para atarlo a ella.




Y si al descabalgar este Stratos gana, de cerca se convierte en el mejor Stratos de la marca.




Redescubriendo detalles a los que antes no prestabas atención; como esa zaga detallada, o la pequeña rejilla de fotograbado bajo las lamas que cierran el habitáculo.




O el fotograbado del morro; matrícula incluida, y en la que descubrimos -buscando calidad y detalle- un fabulosa calca en sus ópticas extra. Y las ópticas en el fotograbado en las entradas de aire que flanquean la principal; con su fotograbado.




Calidad y buena pintura. Sobre el plástico pintura amarilla de base, y sobre ésta pinturas blancas y azul. Sumamos tampografía y el característico barniz de la marca y..., no encontramos ni un grumo, ni piel de naranja ni imperfecciones propias de tantas y diferentes capas.




Aunque si lo buscamos, lo encontramos, un "uy" sobre el tapón... Pero si seguimos mirando la misma foto por qué no fijarnos en el cierre de seguridad (pieza a parte en plástico negro) del capó, o en el protector negro mate con los remaches pintados, o en su pintura, tampografía..., artesanos del plástico a muy pocos minutos de Barcelona.




Y para terminar de hablar de su pintura, y muy cerca; la placa sobre el capó delantero...




Aunque sin duda, una de las cosas que más me ha gustado de este Stratos ha sido llevarlo al taller.




Y voltearlo...




Y abrirlo...




Y acercarme... Y tras varios Stratos -absolutamente ilegales en términos reglamentarios-, mejorarlos con el presente cochecito de serie...




Y tampoco le he dado mucha cancha, es cierto..., pero es que estoy esperando como agua de mayo a que salga el "BIC"..., porque ambos, el Stratos/BIC y el Delta/Marlboro, se vienen para casa. Mientras, me despido con el Stratos de Tabaton donde corresponde, girando.

Salud