Con esta maravilla, y por su especial significado, no se puede menos que comenzar su presentación con una pequeña introducción histórica, y es que hablar de Ferrari y del 375 F1 es hablar del nacimiento de la Formula Uno, de aquéllos locos al volante de monturas de entre 800 y 900 kilos de pura inercia para unos caprichosos frenos de tambor, chasis de hierro, ruedas de "bicicleta" y un propulsor de cuatro litros y medio capaz de erogar 400CV...
Dos eran las marcas sobre las que se pondrían pronto todas las miradas, Alfa Romeo que dominaba con su 158 “Alfetta” y los propios 375 de la joven y artesana Ferrari.
Froilán González se anotó al volante del Ferrari 375 la primera victoria en F1 de Ferrari en Silverstone en 1951, rompiendo la hegemonía de Alfa Romeo y comenzando con esta primera hoja y de esta manera la corona de laurel de Ferrari, la más gloriosa de todas cuantas podamos encontrar en la Fórumla 1.
José Froilán González (nació el 5 de octubre de 1922 en Arrecifes, Argentina) e hizo su debut en la Fórmula 1 para la Scuderia Archille Varzi en el Gran Premio de Mónaco de 1950 a una edad en absoluto extraña para la época, aunque impensable hoy; salvo en competiciones nacionales, subidas en cuesta...
Froilan corrió un total de 26 Grandes Premios en 9 temporadas (1950-1957 y 1960), consiguiiendo dos victorias, la que nos ocupa del Gran Premio del Reino Unido de 1951 disputado en el antiguo aeródromo de Silverstone, covirtiéndose como hemos dicho en el primer piloto de Ferrari en ganar una carrera de Fórmula 1, y el Gran Premio del Reino Unido de 1954, 7 segundos puestos, 4 terceros lugares, 3 poles, y seis vueltas rápidas. En total sumó 72,14 puntos para el campeonato. Ganó la Coppa Acerbo, y las 24 Horas de Le Mans en 1954.
Todos sus compañeros lo apodaban, caroñosamente, "El Cabezón", aunque El Viejo (Enzo) no sé si cuando le pidió -a José Froilán- que le firmase una foto del propio argentino le sugirió le firmase como "gordo" o "cabezón".
Alberto Ascari ganó dos Grandes Premios más antes del final de la temporada.
El Ferrari fue superado en Barcelona por los Alfettas debido a una elección incorrecta de los neumáticos y Ascari acabó cuarto y en segundo lugar en el campeonato detrás del gran Juan Manuel Fangio de Alfa Romeo. En la clasificación final cuatro de las seis plazas fueron para Ferrari, con González segundo. Tras este gran comienzo de Ferrari, el resto es como éste, Historia del automovilismo. Así, en 1952 y 1953 se cambiaron los reglamentos para atraer a más fabricantes, abandonando Ferrari los "obsoletos" 375 F1.
Teniendo en cuenta la gran calidad del 375, Ferrari modificó este maravilloso modelo para que Ascari compitiese con él en las 500 millas de Indianápolis
En cuanto a la reproducción comercializada en España bajo la marca SUPERSLOT destacamos los siguientes datos ofrecidos por el fabricante:
Motor: 18.000 rpm.
Como se aprecia en la fotografía, y como en el modelo real, dicho motor se encuentra en la parte frontal del vehículo transmitiendo así su fuerza al eje trasero (relación 9/27).
Transmisión 9:27
Distancia entre ejes: 69 mm.
Longitud total: 118 mm
Peso de 59 gr.
PRUEBA DINÁMICA
Lo primero, nada más sacarlo de la caja y colocarlo en pista nos damos cuenta de lo que le cuesta salir dada la potencia de su imán. Una vez conseguimos que arranque, y sobre pista Ninco, por el ancho de la pala, encontramos que cada vez que superamos un tramo el coche no es capaz de superar esas "incómodas" (a veces) estrecheces que se producen en las "cubiertas" interiores de las pistas Ninco. Siendo su paso por las pistas de Superslot y Scalextric óptimo.
Visto que con imán no se me ha hecho nada difícil controlarlo, decido arriesgarme a quitarle el imán, que comprarme una maravilla como estas para no verla rodar me parece del género .... lo dicho a disfrutar.
Lo primero, separar chasis y carrocería, en total 6 tornillos, los del centro más cortos y para sujetar al piloto, delanteros y traseros sirven para apretar bien el conjunto y servir de sujección a los soportes de los ejes.
Y sin imán ¿cómo va?... pues no es para exigirle un comportamiento de alta competición -ni mucho menos, pues para ello -rodar- deberemos armarnos de paciencia, inestable, bota, el paso por curva es peliagudo...-, pero una vez armados de paciencia, a 8 ó 9 v., ya es para darle largos -y tranquilos- paseos disfrutando de su extraordinaria belleza, y es que la reproducción es de las que no nos puede faltar en nuestra vitrina, eso sí, usado, que verlo rodar merece muchísimo la pena, y para tenerlo parado ya tenemos estáticos.
Quién no querrá tener en sus vitrinas o pequeños circuitos el primer monoplaza con el que Ferrari obtuvo una victoria en el Campeonato del Mundo de Fórmula 1..., el Ferrari 375 F1 ya está en el mercado, un imprescindible.
Salud
