El segundo de los Ferrari 250 GTO reproducidos por Fly Car Model fue esta curiosa "decoración" y cuyo número de chasis es 3451. La referencia para él del fabricante madrileño fue la especial E-1801, referencia que reproduce la GTO que conducida por Pietro Ferraro y Giorgio Scarlatti se colocó primera de la categoría GT III y cuarta absoluta en la Targa Florio de 1962. Fue la única 250 GTO en participar en esa edición de la Targa Florio.
1962
Sin duda para esta Ferrari el 6 de mayo fue el mejor de sus días de 1962, un 1962 que comenzaba con tremendas convulsiones políticas en Centro - América, Trujillo era asesinado, la separación entre Cuba y el mundo occidental subía otro escalón con la excomunión de Fidel Castro días antes del pacto comercial firmado entre la Unión Soviética y la isla caribeña, meses antes de la crisis de misiles que hizo temer al resto del globo con una última guerra entre dos antiguos aliados, la URSS y los EUA cuyo presidente (JFK) había prometido sólo hace unos días poner a un hombre en la luna antes del final de la década sólo unos meses después de que John Glenn fuese el primer norteamericano en estar en órbita casi cinco horas.
En Italia ese 6 de mayo mientras todos celebraban la victoria en su categoría de esta Ferrari, muchos otros daban gracias de poner fin a los escrutinios y que a la novena tuviesen presidente electo, Antonio Segni era elegido Presidente de la República Italiana, país que para su desconsuelo veía como Graham Hill se hacía con su primer Gran Premio y su primer Mundial de Fórmula Uno al volante de su BRM y no de una Ferrari que sólo conseguiría ser sexta ese año.
La 3451 GT
Los pilotos en la Targa Florio del '62 fueron dos, Giorgio Scarlatti y el propietario de la 3451 GT, Pietro Ferraro quien la adquirió en abril de ese año y la vendió sólo meses más tarde y tras haberla hecho participar en sólo tres competiciones, esta Targa Florio con su espectacular primer y cuarto puestos respectivamente, los 1000 kilómetros de Nürburgring que debido a un accidente no pudo acabar y un quinto puesto absoluto y cuarto de clase en la Trieste-Opicina.
Sin duda alguna una de las cosas que nos puede llamar la atención es el color de esta Ferrari, ¿una Ferrari marrón y blanca?, curioso, pero entiendo que ese es uno de los valores añadidos de esta GTO, que de fábrica salió con esos colores blanco y marrón.
Otra de las cosas que nos puede llamar la atención es la extraña matrícula, "13132L4", la explicación de por qué una targa italiana sea como esta es sencilla, es la matrícula de "prueba" pues esta Ferrari no tuvo tiempo material para ser matriculada pues la adquirió Ferraro sólo 15 días antes de hacerla correr en la Targa Florio, algo impensable hoy en día, pero hablamos de otros tiempos, otros pilotos y de una Ferrari 250 GTO.
Si participar en sólo tres carreras en un año era extraño para una GTO, más aún lo era participar en una (1963) y no llegar a terminarla, claro que Monza es otra cosa. Llegados a este punto podríamos pensar que esta GTO tenía sus días contados en la más alta competición, pero no, al contrario que sus hermanas esta GTO fue de las últimas en abandonar los circuitos, el culpable, Guy Rivillon quien se hace con ella en 1965 estrenándose con un primer puesto de clase en Saint Cloud en enero de ese mismo año y tras casi treinta carreras termina con un quinto puesto absoluto en Montlhéry tras grandes éxitos y algún que otro percance.
Si el parisino Guy Rivillon fue el causante de haber llevado más gloria a esta GTO, también lo fue de haber procedido a efectuar algunos cambios importante en la estética y mecánica de esta maravilla, desde el cambio de motor, caja de cambio y diferencial (de 3769 GT) hasta una apertura algo más ancha en la entrada de aire del radiador, eliminando su marco de aluminio (que recuperaría más tarde), integrando el spoiler de cola en la carrocería y pintándola de rojo.
Como toda 250 GTO podemos decir que es el coche quien inmortaliza a su propietario y/o a su conductor y no al contrario, como toda 250 GTO, su personalidad queda por encima de sus diez propietarios (entre los que se encuentra Jean Claude Bajol) y pasa por sí misma a formar parte de la historia del automovilismo.
Impresionante acabado de la palanca de cambio
Espectacular la terminación de la tapa del depósito y escapes
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2 comentarios:
Wenas!! Impresionante el coche, las fotos y el artículo. Felicidades compañeros
¿Ferrari y rojo son indisolubles? NO, y buena prueba de ello es este bellezón, cuya pintura y acabado son sencillamente exquisitos. Es alta cocina, desde luego ...
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