Para uno más del común de los mortales, como quien suscribe, el tema de la rebaja en diez kilómetros por hora en autopistas de incluso cinco carriles se escapa..., y más tras la cuarta excusa, la del necesario ahorro de combustible a causa del estado de guerra civil en el feudo del sátrapa libio; y no voy a entrar en disquisiciones políticas al respecto, ni de si es guerra civil, conflicto armado (que suena más moderno), ni de interior, ni de asuntos exteriores..., dichosos iluminados salvadores de..., sí mismos..., hablan de ecología pero no se dan cuenta que para el cumplimiento de la Norma Euro 5, la que establece los límites de emisiones contaminantes, ha "obligado" al diseño de vehículos para circulación a velocidades de entre 115 y 130.
Lo dicho, se me ocurren muchas más razones -incluida la del ahorro de combustible- para defender el subir la velocidad "máxima" a 130 kilómetros/hora en lugar de bajarla a 110 km/h; velocidad todavía inferior a la establecida en la genuina crisis del petróleo que acabó con tantas competiciones. Pero esta crisis, ahora escudados en Libia, nos pilla con motores netamente más eficientes en todos los sentidos (por favor!!..., motor, frenos, seguridad pasiva, activa, carreteras...), motores cuya eficiencia y rendimiento no dependen de una menor velocidad... En fin, alguien habrá hecho las cuentas: 1.- "equis" euros en pegatas para señales; 2.- "ene" euros en recaudación vía multitas igual a; 3.- "eme". Descontamos el "extra" de tiempo en viajes largos -ahora más largos-, los gastos en asistencia sanitaria debidos a accidentes por distracción por ir más pendientes de la aguja que de la carretera, sueño..., lo que costará a aseguradoras y Seguridad Social la "sebastianada" -a lo mejor esta medida tiene el mismo éxito que la de la bombillita-. Matemática pura..., y yo sin estudios, y los pocos que me quedan "de letras", colmo de males cachi en diez. Y hablando de mecánica, las averías que se pueden sufrir por vehículos turismo de última generación con seis o más marchas es brutal; averías que pudieran no estar cubiertas por la garantía -ojo a esto-, averías en el catalizador, en los filtros anti partículas, en los inyectores, en las valvulinas de recirculación de gases..., es decir, un coche no está fabricado para viajar largas distancias a un máximo de 110 y sí de entre 115 y 130 -pensemos que un motor no sólo se fabrica para España y sí para el común de países donde las velocidades son muy diferentes.
A lo que iba, tras la pasmo que producen algunas medidas, a las que siguen claras expresiones de algazara seguidas de un "de perdidos al río" popular..., y tras lectura de alguno de los comentarios del "110" en la foto espía de ayer -nuevo modelo a punto de salir al mercado-, algún correo electrónico y un enlace recibido al Confidencial para disfrutar de las miserias gratuitas de este ministro, un auténtico campeón del mundo -como diría Pierre Brochant-..., -¿¿Sebastián, es que usted no tiene límite-??. Qué hacer con una prohibición con la que no estoy de acuerdo, que considero tan injusta como la infame de cobrarme un plus por la compra de un CD en el que voy a grabar fotos hechas por mí..., que sencillamente no comprendo más que desde el punto de vista caza matrículas..., ¿¿caza matrículas?? ¿¿Y para qué un detector de radar Jordi?? Ya que vamos a "delinquir" hagámoslo con estilo...
Así se me vino a la cabeza el artículo que hice hace unos meses para la revista SLOT MINIAUTO, el de la reproducción del Aston Martin DB5 de la británica Hornby (Superslot en España), marca que ha vuelto a reproducir uno de sus coches históricos, en plástico, a escala 1:32 y para slot: El Aston Martin DB5 de 1965 que inmortalizó en el celuloide el más famoso de los agentes secretos, Bond, James Bond. El primero de una serie de tres ediciones especiales dedicadas a James Bond a la que se sumarán en el futuro los DB5 de Goldeneye y Casino Royale.
Pese a disponer de sus moldes antiguos, Superslot opta por no buscar sólo rentabilidad -a buen entendedor- y para su DB5 utiliza las técnicas de inyección, montaje y fabricación más avanzadas de la marca..., esta vez al servicio de Su Majestad en la “Misión Goldfinger”..., aunque “suene a esmalte de uñas francés”.
No me cabe duda que los compradores de esta preciosidad y de las dos restantes son, como yo, fieles a la saga, y tienen este título como el de la película que sienta las verdaderas bases de quién será el Comandante Bond, lección de clase y estilo.
Y para serme fiel, no hablar de slot y sí de lo que más me gusta de esta preciosidad hablaré de “James Bond Contra Goldfinger” película del escocés Connery imprescindible de la saga 007. La Banda Sonora Original es obra de John Barry, aunque su permanencia en el Top 10 en las listas de Billboad se las debe al tema principal, “Goldfinger”, interpretado por la genial Shirley Bassey; canción que se vuelve a escuchar en el silbido de un portero en Al Servicio de Su Majestad (1971).
Todo comienza en el Hotel Fountainbleau de Miami cortejando a “la chica” del malo; la bellísima Jill Masterson (Shirley Eaton). Sin embargo no podrían disfrutar de más Dom Perignon de 1953 a 4º, pues Jill era asesinada por asfixia dérmica, bañada en pintura de oro, un efecto que supuso horas de maquillaje.
En el minuto 22 de película el intendente Mayor Boothroyd (El gran Desmond Wilkinson Llewelyn), también conocido como “Q” (Quartermaster y no de Q-Slot..., aunque bien podría ser el maestro Quintana), del Departamento de Investigación, Desarrollo e Inventos Magníficos del MI6 (Servicio Secreto al servicio de la Inteligencia Militar británica en el extranjero; MI5 para territorio nacional) le presenta a Bond el sustituto de su Bentley, un fabuloso Aston Martin DB5 de auténtica ciencia a ficción.
En el segundo encuentro entre Bond y Auric, en el Stoke Park Club, se presenta otro coche histórico, un Rolls Royce Phantom III, aunque por defecto del doblador al leer el guión se denominó "ciento once". El otro personaje presentado era Oddjob (Harold Takata, “Tosh Togo”, ex luchador de sumo), el coreano mal encarado de sombrero mortal. Uno de los ingenios de nuestro protagonista, el localizador satelital Homero pegado en el Rolls y el receptor en la pantalla del salpicadero del DB5, permiten a Bond seguir al malo desde Inglaterra hasta Ginebra. Realmente era de juja.
Y desde el aeropuerto de la ciudad suiza hasta las instalaciones de Auric Enterprises AG; pasando por el espectacular Paso Furka, donde es adelantado por la guapísima “Tilly” (hermana de Jill), quien luciendo “norteamericaneidad” conducía, a la caza de Auric para vengar a su hermana, un Ford Mustang Convertible del ’65. Tras un malentendido Bond hace uso de otro de los inventos de su DB, los ejes griegos, destrozando los neumáticos y flancos del Mustang.
La tercera gran escena del Aston, tras la del Paso Furka, se desarrolla con Tilly de copiloto, a quien Bond, en la noche y perseguido de muchos malos, le va mostrando, junto a su encanto natural entre sonrisitas y miradas, las bondades de su juguete; humo, aceite, pinchos, blindaje… mientras un incansable ejército de coreanos malísimos le persiguen entre pinos en sus Mercedes Benz 180; siendo finalmente atrapados y la joven Tilly asesinada.
Uno de los coreanos, pistola en mano, sube al asiento del copiloto y obliga a nuestro agente a conducir hasta las instalaciones de Auric escoltado por el resto de MB180 supervivientes a la persecución.
Tras la barrera la última de las sorpresas de nuestro DB5; Bond acciona el asiento eyectable y envía al oriental a las alturas a través del hueco en el techo del vehículo.
A finales del año ’63 Alexander S. Heggie recibió en la histórica sede de Aston Martin en Newport Pagnell a los productores Albert R. “Chubby” Broccoli y Harry Saltzman, quienes mostraron mucho interés en contar con que Sir David Brown (A quien las Series DB de AM deben sus iniciales) les cediese una par de ejemplares de sus novedosos DB5 para utilizar en su nueva película, Goldfinger. Un coche muy británico aunque de línea italiana inconfundible, Touring, y pintado en el color de fábrica “Silver Birch”.
La cesión de ambas unidades, pese al elevado precio del DB5 (Sin impuestos ni aduanas en España rondaba las 963.540 pesetas de la época), un vehículo que de fábrica salió con todos los extras disponibles, pero el DB5 de Bond debía asombrar. El supervisor de los efectos especiales sería el oscarizado John Stears y el diseñador de producción Ken Adam. La escena en la que “Q” presenta a Bond -quien parecía echar en falta su habitual Bentley- el DB5 es una joya del cine. Algunos de esos “extras” de esa máquina son:
Porta matrículas giratorio, pudiendo desde el interior cambiar la original británica BMT216A por la francesa 4711EA62 o la suiza LU6789. La idea original, de algo que a todos nos gustaría tener a disposición en nuestros utilitarios -y más tras la "Sebastianada" de los 110-, parte del propio director de la película, Guy Hamilton, por una multa recibida durante la fase de preproducción.
Pantalla de humo: Expulsada por un tercer tubo de escape situado al lado de tubo de escape gemelo y producida por varias bombonas de acero situada en el maletero y accionadas desde el cuadro de mando. Clavos y aceite: Disparados desde las ópticas practicables traseras gracias a unos compresores y al sistema eléctrico accionado desde el interior. Si todo esto no sirviese para alejar a los “malos” la unidad fue equipada con unos paragolpes, delanteros y traseros, extensibles.
Ametralladoras (reproducidas, aunque algo pobres): Situadas tras las ópticas de posición delanteras, escamoteables. Imitan unas ametralladoras Browning de 30 milímetros, que en realidad eran tubos metálicos que se movían al ser encendidos con un motor eléctrico al tiempo que se emitía gas acetileno para el humo.
Para el caso de que se acercasen demasiado, bajo el asiento de Bond encontramos una pistola automática, un fusil desmontable, bombas de mano y cuchillos varios..., no hablamos del arsenal bajo el del copiloto. Radar (reproducido): La pantalla verde que permitía a Bond seguir, incluso a una distancia de 250 kilómetros, a quien llevase el emparejado dispositivo localizador móvil. La antena del radar estaba situada en el interior del espejo retrovisor del lado del piloto. En proyecto estaba el haberla situado en el techo. Otros extras, como el Teléfono (con cable de rizo y situado en el interior de la puerta del piloto), ventanillas eléctricas, cristales blindados..., no se reproducen, pero sí otros como su radio casette vertical a la izquierda del “navegador”.
Ejes griegos: Idea tomada de aquélla famosísima cuadriga de Messala en Ben Hur y que se encargarían de destrozar neumáticos y flancos de vehículos enemigos. Un extra que sólo se montó para rodar la escena en la que Bond le destroza el coche a la bellísima “Tilly”.
Asiento eyectable (reproducido): Sin duda la gran estrella de este DB5, por si las anteriores eran pocas.
La idea, tomada de los cazas de combate, fue llevada al Aston gracias a los sistemas de aquéllos. El asiento del copiloto se sustituyó, para la escena de eyección de oriental pérfido y armado, por uno de caza de la marca Martin Baker. Para proteger la salud del lanzado y asegurarse su expulsión se abrió, en la segunda unidad fabricada para la película, un vano en el techo que se tapaba con una tapa. El mecanismo se accionaba gracias a un botón rojo bajo el pomo de la palanca del cambio. ¿Quién no ha pensado en él alguna vez?.
Y cómo no..., la pantalla blindada...
Las características técnicas y mecánicas eran prácticamente las mismas que en el resto de DB5’s de serie; un coupé de dos puertas y cuatro plazas con motor anterior longitudinal de seis cilindros en línea, potencia de 286CV a 6000 rpm, distribción por doble árbol de levas en cabeza con tres carburadores SU “HD8”, tracción trasera, cambio sincronizado de cinco velocidades. Su velocidad máxima era de 240 Km/h., mientras que su consumo medio rondaba los 17,5 litros a los 100..., James..., como te cacen los de las pulseritas energéticas..., que son las que hacen andar sus coches oficiales..., ay! Artículo completo en SLOT MINIAUTO
Salud
11 comentarios:
Que pasada !!!!!!!!!!!!!!!
que texto mas divertido ( el de la peli) lo del tema 110 km como que ni hablar.
Excelentes fotos y un coche "de pelicula" jejejjee
Un saludo Luis
PD que tal este finde en Madrid , aqui en Barcelona se te hechó de menos
No sé he visto los dos; el Carrera que tengo desde hace ya bastantes años y este de superslot y me esperaba un salto brutal en la reproducción que no ha sido tal. Quizá porque el Carrera estaba bastante bien hecho, y no había tanto margen de mejora como parecía. Eso no quita que el coche de superslot no sea fantástico, pero no sé, me quedo con el "original", jajajaja, me pasa lo mismo con "El planeta de los simios" que se le va a hacer.
Salud Don Luis!!
Nada, nada, así no gastas....ya sabes, luego "echas un vistazo a ver cómo está el depósito", jajajajajaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Si cuando te pones agudo y divertido.... plas, plas, plas...
Un abrazote.
Alex... este individuo siempre es agudo y divertido.
Gracias Luis por todo y por compartir el texto y.... por las fotos del saltarín...¿Cuantas veces las repetistes para pillarle en el aire?
;-))))
Aie Luis otro articulo increible. Un extraño mixto entre slot y cultura o la inversa.
Trés bon lo de Pierre Brochant...
Oye, yo lo del cambio de matricula con la francesa ya lo tengo solo que tengo que cambiar de coche.
Y las fotos del asiento eyectable, es la superación.
De hecho sabias que existe The Ejection Tie Club:
Chaque année, réunion de los tios que se salvaron la vida con el asiento especial. El club cuenta 5 579 miembros. A 35 Miliones de euros el avion de caza, es mucho dinero...
Saludos
Pues de los 110 mejor ni hablamos porque me cabreo ... ¿y la sal de las carreteras?
El coche me parece muy interesante en especial para los que nos consideramos amantes de la saga. ¡¡¡Gracias Ian Flemming!!!
El artículo ... como siempre Luis, entretenido, y con tus palabras, como si viera la película (una vez más) dentro de mi cabeza.
Sólo tres dudas me corroen :
- ¿Qué gomina usa Sean Connery?
- ¿Qué se ha tomado que se le han hinchado las manos? ¿marisco en mal estado, Don Perignon de mala añada, o la seta del Super Mario Bros.?
- ¿Por qué le apunta el oriental con un lanzabengalas en lugar de un revólver?
Son siempre los puntos negros de Superslot ...
Saludos
Miguel
Luis, me he tomado mi tiempo para hacer este comentario, quizás porque un fan confeso de la saga Bond como yo debe atemperar la especial emoción que le produce un coche mítico como el que presentas en tu entrada ..., ¡y qué entrada! Plena de evocaciones cinematográficas, un sentido de humor muy british, un texto ameno y repleto de información, y unas fotografías inconmensurables, da gusto leerla una y otra vez ...
Aaaahhhh! vamos al lío: Goldfinger, tercera entrega de la saga Bond, dirigida por el competente Guy Hamilton en 1965 marca un antes y un después en la serie, fijando el esquema clásico que, con ligeras variantes, seguirían en adelante los films del agente 007. Además de los fascinantes títulos de crédito de Maurice Binder, y el cuerpo desnudo de Jill Masterson recubierto de oro, la película dejó impresa en nuestras retinas la imagen del -probablemente- más bello automóvil jamás usado por Bond, verdadero icono de la serie.
No puedo dejar de rememorar con gozo la cara de incrédulo cachondeo de Sean Connery cuando Q le comenta el resultado de pulsar el botón rojo situado en el pomo de la palanca de cambios y su comentario: "Ejector seat? You're joking", que sólo es superada por la huraña réplica del gran Desmond Llewelyn (Q): "I never joke about my work, 007".
¿Y el coche? Ah, perdón, que esto es un foro de slot, jajaja. Bien, me parece una gran idea de Superslot reproducir ese maravilloso DB5, y lo han hecho realmente a un gran nivel, aunque no me convenzan mucho las llantas ni la palanquita que acciona el asiento eyectable del copiloto, y afea a mi juicio el coche, dándole más impresión de gadcheto-juguete que de reproducción de coleccionista adulto. Debo decir -con Guillermo- que para los años transcurridos no mejora sustancialmente la muy notable reproducción de Carrera hecha ya hace siete años, y que atesoro en mi colección como Auric Goldfinger lo hacía con sus lingotes de oro.
Una sola objeción al proyectod e Superslot: hubiera preferido ver reproducido UNA SOLA VEZ el Aston-Martin DB5, y que, a cambio, Superslot hubiera hecho una serie de los más llamativos coches conducidos por el agente 007: el Aston Martin V8 que conduce el estólido George Lazenby en "Al servicio de su Majestad", el Ford Mustang Mach I con que el sinpar Connery da esquinazo a la policía en un parking de las Vegas en "Diamantes para la eternidad", el estilizado Lotus Sprit en el que el flemático Roger Moore y la bellísima Barbara Bach tratan de huir de sus perseguidores en la isla de Cerdeña en la "La espía que me amó", el modesto Citröen 2CV con que Moore escapa por las sierras de Madrid (¡¡repletas de olivos!!) en "Solo para sus ojos", el bonito Aston Martin usado por el atormentado Timothy Dalton en "007: alta tensión", y hasta el BMW 750 operado por control remoto por el elegante Brosnan en "El mañana nunca muere" completarían los recientes Aston Martin V12 Vanquish pilotado por el hielo por Brosnan en "Muere otro día", que nos ofreció Carrera en su día, y el estilizado Aston Martin DBS maltratado por el duro Daniel Craig en la secuencia previa a los créditos iniciales de "Quantum of Solace", que la misma Superslot ha editado en caja de lujo con el Alfa Romeo 159 de sus perseguidores. Por no hablar -esto le haría especial ilusión a Supergenix- del tanque con que Brosnan protagoniza una espectacular persecución por las calles de San Petesburgo en "Goldeneye". Esperemos que Superslot o Carrera, tan afectas a las reproducciones de coches de Bond, recojan el guante lanzado ...
Totalmente de acuerdo con Jorge Luis, con el añadido de que si se realizara una réplica del 2 CV creo que me daría un infarto por la emoción. Soy un enamorado del 2CV y el de "Solo para sus ojos" tiene una historia divertida
Hi FS ,
Great Aston Martin DB5 , great photo & everythings.
I just love it all.
Congratul.....
Kin.
Muchísimas gracias por vuestros comentarios!!
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