Después de leer el artículo de Toni en su blog, y por no reiterar nuevamente su contenido -salvo el término "paleta", término que encuentro francamente despectivo-, entiendo que Toni (aunque a la inversa no haya sido lo mismo...) pensara que suponía una falta de respeto hacia su recién publicado trabajo, por lo que intentaré no repetir nada de él; y a la espera de leer el del Sensei Jordi -que seguro que su originalidad, fidelidad histórica y prueba en pista serán lo mejor del mes (no digo lo único porque seguro que tiene alguno más)- que venga; no puedo por más que volver sobre mis palabras y dejar que esta negra sombra que hoy "adoramos" no nos haga perder que en su día tuvo un significado y valor bien diferente..., el Correo de la Autovía.
Si nos situamos en los "veintes", Alemania viene de una profunda crisis, no sólo por el pago de las palas de tierra que cubrían las demasiado presentes trincheras, crisis que con el denominado Plan Dawes se comienza a superar; Estados Unidos comienza a creer en Alemania, a inyectar dinero, Alemania se abre hacia el exterior, sus industrias comienzan a producir, las pequeñas a improductivas en economías de mercado comienzan a quedarse obsoletas, cierres, fusiones, transformaciones..., y justo cuando la economía alemana comienza a despegar, la fusión de Daimler y Benz en 1926.
Con la confianza ciega del dinero americano y los bancos volcados con la Gran Promesa Alemana las empresas tienen liquidez, pueden invertir, contratan, desarrollan, avanzan, evolucionan.... (cuantos parangones), las pequeñas crecen, las grandes se hacen más grandes..., una economía alemana lanzada y superando las mejores previsiones; y entonces llega octubre de 1929, el dinero deja de fluir, las pequeñas cierran, las medianas se hacen pequeñas y las grandes alimentan como nadie los niveles de paro. En dos años incluso grandes instituciones financieras eran pasto del fracaso y su papel humo.
Los hombres dedicados a la política eran incapaces de sacar la economía nacional adelante, todo eran intrigas, enfrentamientos y traiciones; el ambiente se enrarecía con los días y los días si trabajo eran largos, cada vez más largos con millones de familias al borde de la ruina. Con este caldo el partido Nazi comienza a alimentarse hasta llegar al poder gracias a millones de votos obtenidos con unas promesas..., que la historia se ha encargado de definir.
Con la Gesetz zur Behebung der Not von Volk und Reich promulgada y Hitler en el poder y al timón de Alemania, de la Großdeutschland, ésta parece despegar hacia un nuevo futuro, y ese futuro necesitaba obreros al servicio de la mejor Alemania, la de los mejores ingenieros pero también la de oligarcas miembros de un mismo partido que exigían pleitesía. Con ellos llegan las obras públicas, cómo no, las grandes autovías.
Con el objetivo único de reactivar la economía Hitler establece unos planes de desarrollo que, a parte de un rearme sin precedentes y de ignominiosas consecuencias, incluía el diseño y construcción de mucha obra civil, siendo como he dicho en el anterior párrafo, las Autobahn –autopistas/autovías- el eje de dicho plan, no sólo por el empleo que ofrecería, sino porque vendría a apoyar el importante pero limitado transporte en vías fluviales y ferroviarias.
Una mejora en las comunicaciones que resultó pieza clave en el descomunal desarrollo alemán de los 30, años en los que la Mercedes Benz fija definitivamente su estándares en; calidad, lujo y prestaciones, años en los que la marca de la estrella se convertiría en una de las mejores herramientas propagandísticas del partido Nazi.
De entre todas esas nuevas autopistas hay una, sobre todo el tramo entre Frankfurt y Darmstadt donde las principales marcas teutonas competían por ser las máquinas más rápidas del planeta; competencia utilizada como arma política y propagandística para demostrar la supremacía nazi sobre el resto de naciones. De hecho el cargo de Adolf Hühnlein, director de la Federación Alemana de Automovilismo, era un cargo político que colgaba directamente del Partido. Hühnlein era también el director de la National Sozialistisches Kraftahrt Korps, Organización del Partido Nazi que controlaba a los pilotos automovilistas alemanes (NSKK).
Mercedes Benz lanzaba al mercado la evolución del fabuloso Mercedes Benz 500K –presentado en el Salón del Automóvil de Berlín en 1934-, el 540K presentado en el Salón de París en 1936, justo al tiempo que en la España de la carretera de tierra y borriquito remolcón estallaba nuestra particular vergüenza.
El 540K, 5,4 litros (contra los 5 del 500K) sobrealimentado con propulsor de ocho cilindros en línea se presentaba como el vehículo de serie más rápido y lujoso del mundo; el summum bonum de Mercedes elevado a la máxima potencia, un coche de lujo para carreteras tan “vulgares y ordinarias”. El responsable y director del proyecto 540 fue Friedrich Geiger.
Pese a no presentarse con “opcionales” racing, sus prestaciones eran únicas para la época en un coche de semejantes características. 115 CV a 3500 rpm, 180CV cuando el compresor volumétrico entraba en acción. El consumo, como sus prestaciones y precio, 30 litros a los cien; motivo por el que su depósito para 120 litros (+10 de reserva) no resultaba tan grande como pudiera parecer.
Un vehículo capaz de circular en las citadas autopistas a velocidades mantenidas de 140 kilómetros hora, con una punta que rondaba los 180km/h. Incorporaba frenos asistidos de forma hidráulica –imprescindible para frenar las 2,35 toneladas de vehículo-, suspensiones independientes a cada rueda, tracción trasera, cuatro velocidades, embrague monodisco en seco, llantas de 17” y su “K”, sobrealimentación por compresor roots que soplaba sin rubor hasta 180 CV. El encargado de desarrollar el motor fue Gustav Rohr.
Si el 500K y el 540K eran, como he dicho, el summun bonum, los seis Autobahnkurier fabricados (Dos 500K y cuatro 540K) eran el mejor de los deseos; y sin duda ese deseo se cumplió para el gran oftalmólogo barcelonés, el Doctor Barraquer, propietario original de la unidad reproducida por Top Slot (Una de las dos únicas Autobahnkurier que hoy sobreviven). Su carrocería, cómo no, diseñada y labrada en la factoría de la marca en Sindelfingen..., una carrocería que enamora, unas líneas absolutamente únicas que hoy Top Slot ha llevado mejor que nadie al 1:32..., pena de luces encendidas..., huyendo en la noche...
En el taller el Autobahnkurier de Top Slot sigue la misma línea que el resto de la Mercedes Collection; chasis MRRC, motor central longitudinal, soporte magnético...
Nada esconde la anterior fotografía y menos la siguiente...
Pero atendamos a los interiores de Top Slot; unos interiores de una factura exquisita, máxime cuando desde el exterior apenas se hacen visibles y cuando desmontar el habitáculo es misión peligrosa...
Y la pregunta..., ¿Se moverá?
¿Y lo hará dignamente...? La respuesta es sí. Eso sí, la experiencia me pide que antes de ello pruebe sólo el chasis, soporte magnético incluido..., se mueve; zonas llanas, sin quesitos interiores..., se mueve muy bien, aunque se me hace necesario retocar la pala de la guía. Aunque si bien es cierto que el problema lo encuentro no tanto en su longitud como en la limitación que me ofrecen sus neumáticos, de muy bella factura pero de 24,65 mm y francamente estrecho.
Una vez recuperado el chasis del carril, elimino el soporte magnético (el cual aportaba francamente poco apoyo), limpio los neumáticos, calzo interior y carrocería y me lanzo al carril..., no sin miedo, pero ahí va el mejor de los 540 lanzados hasta la fecha por Top Slot. Motor sin freno, nada magnético, sin imán y mucho peso me hacen soltar gas con antelación suficiente, prefiero quedarme corto que irme al suelo; y me animo cuando no existe tal riesgo, qué gozada verlo en pista!!! Problemas cuando entras colado o das gas muy pronto, esta preciosidad tiende a volcar; y por precaución y al cuarto revolcón decido poner fin a la prueba sin más herida que un marco de ventanilla; motivo de la grúa.
Sí Sensei Jordi, esto es Slot Adulto; maquetas con motor que algunos amontonan como estáticos, por belleza, por valor, por manía..., porque sí; maquetas que se saben comportar, que se disfrutan en pista, que suenan, que ruedan, que transmiten..., cochecitos con los que jugar..., porque de eso se sigue tratando.
Salud
3 comentarios:
Luis, en nuestro Pebble Beach particular ya tenemos ahora el coche merecedor de la lluvia de confetti. Gracias por estar a la altura del modelo con tus fotos y texto.
Saludos,
Ein ausgezeichneter Artikel.
vielen Dank.
Muchas gracias por vuestros comentarios. Como dice Albert, uno de los merecedores de la lluvia de papelitos de colores, junto al "Pato" de Hobby Classic..., para mí dos de los mejores.
Salud
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