Hace unos meses una de las orientales más seria y fiel a su estilo de presentación discreta nos sorprendió a finales del primer trimestre del año pasado con una, y me permito el femenino, Lancia Fulvia Rally HF 1.6, máquina vencedora de la 41ª edición del Monte, gracias en parte a las manos y tesón de Sandro Munari.
Mi amigo Luis nos relataba el parecido del italiano con los pérfidos personajes de Lucas, o la falta de copi..., tal vez por la necesidad de miccio..., bajar a tomar una chevechita o huir despavorido del guerrero servidor del mal..., (conste que cabe la posibilidad de que no hubiera copiloto, aunque para este no tengo prueba fotográfica que lo corrobore puede que AutoArt lograse una del tramo urbano) y pensar que mis dos unidades siguen con la cabeza unida al cuello..., lástima..., bisho feo...
Con respecto al resto..., hay que admitir que es un espectáculo, fiel re-escala de las otras Fulvia de AutoArt. Según me cuentan esta no será la última decoración de la marca sobre su Fulvia..., aunque también llegan rumores de que es posible que este 2011 Autoart sólo tendrá eso, redecos sin moldes nuevos..., cosa que me personalmente tampoco me preocupa, hay unas cinco Lancia Fulvia Rally HF 1.6 más -esta no incluida- que considero imprescindibles o cuando menos altamente deseables, a dos habría que añadirle algo..., y a todas eliminarle ese exceso de plástico tan requetecromado en su calandra. Creo que muchas veces exigimos demasiados moldes nuevos, a toda prisa, fagocitando novedades: hambre que nos ha llevado a la multiplicación exponencial de marcas, fabricante y comercializadores; algo que es posible que haya hecho que muchos fabricantes se preocupen de tener muchos moldes, algo que ha hecho subir los precios -a la baja la amortización- y todo por el miedo a que algo lo tilden del peyorativo término de "refrito"..., hay quienes no nos cansamos de una misma máquina con diferente librea agonal. Siempre me han gustado las bugambillas; y se echan de menos...
Como ya he comentado, esta reproducción es la de una campeona del Monte, una merecida victoria para ambos, para Lancia, quien desde la presentación de su Fulvia Sport comenzaría a escribir la historia del rally moderno -"abuelo" de los Stratos, 037, Delta S4, Delta 4WD, Delta Integrale 16V..., e incluso el Beta Montecarlo -quien, curiosidad, llevaba los intermitentes de serie del, ya anticuado, Fulvia-, de lo que hoy entendemos por Rally; la creación de un equipo, una gran escudería con medios y soporte oficiales, patrocinadores y proveedores de primera que prepararían sus mejores productos para Lancia..., porque Lancia comenzaba a ser el mejor escaparate, participaba..., y lo mejor, nuevamente comenzaba a ganar.
Cierto, mecánicamente AutoArt no es un pepino..., tampoco es de los que sin imán se disfruta.., se sufre..., demasiado..., ¿es un placer verlo rodar?..., si lo vemos rodar la respuesta es sí, claro, pero a ver cómo finalizo una vuelta sin pirivueltas. Mi idea, todavía no realizada, era acoplarle, como al Audi Sport Quattro de Revell (Click) un chasis Montecarlo de MSC Competición..., otra tarea pendiente -de ahí que tenga dos Fulvia de AutoArt encajadas en una estantería-..., dos ganadoras del Monte, competición que este año cumple 100 años.
Il Draco era casi siempre favorito en las pruebas italianas, y aunque para la prensa italiana era casi siempre favorito en pruebas de renombre más allá de sus fronteras, para el resto era unos más en la nutrida legión extranjera. Tras la primera jornada parecía que sólo tres marcas optaban a vencer en el principado, Alpine Renault, con cinco equipos oficiales (Darniche, Nicolás, Andersson, Therier y Andruet) que sólo temían a la potencia de los Porsches oficiales, Porsche (Larrousse y Waldegaard) que sólo temía a la lluvia y a la nieve -únicos que podían eliminar la ventaja de su potencia-.
Para las grandes favoritas Lancia no pasaba de ser la de los excéntricos italianos, los ruidosos y soñadores a los que se les terminaría por romper la máquina si forzaban; y esa fue una de las mejores bazas de los italianos; Kallstrom, Lapinen y Munari sólo se preocuparían de sí mismos. El resto de equipos parecían pasar a un quinto plano, a por premios menores de clase.
Los británicos, tras el cambio de reglas, que no daban ventaja a los de menor motor, parecían haber perdido todo interés (incluso para su prensa que tanto presume de ser la más neutral y profesional..., no nos engañemos, en todos sitios cuecen habas, y si no hay británico con posibilidades..., no hay prensa..., como en España, no Sainz - no rally, no Alonso - no F1..., no F1 en T5 - la F1 ni para el noticiero) así que bastaban los dedos de una mano para contar sus inscripciones con "opciones", dejando todas sus esperanzas en el Escort de Makinen. Así, Ford pedaleaba este año junto a 124 Spider, Ascona y 240Z.
Nuestra protagonista partía de Almería (uno de los nueve puntos de partida de ese año), uno de los puntos que prácticamente aseguraba la llegada al principado, claro está que en la Junquera no habían comenzado con el deporte nacional de levantamiento y vuelco de camión fresero procedente del mismo Sur de la península..., en fin. Una vez en los Alpes comenzaba la verdadera guerra; de los 219 que terminaron la primera jornada sólo 52 lograban llegar a Mónaco tras los durísimos tramos alpinos donde hielo, agua y nieve se convirtieron en verdadera criba selectora de la prueba más codiciada, el Monte.
Festival galo, festival Alpine, penalizaciones para Munari, la temida nieve de los de Stuttgart y un pinchazo hacía desmoronarse a los Porsche..., el rally lo tenían en casa, más a medida que se acercaban los tramos más favorables para los intereses galos. Parecía que ni la noche, el de la Madoine, el Turini o el Banquettes podrían en sus varias pasadas frenar el festival Alpine, quien acudió con nada menos que seis equipos dispuestos a revalidar la proeza del año anterior.
Pero Munari, sin perder nunca la esperanza seguía apretando, sin perder la esperanza, y en Alpine comenzaron las dudas de ese "pazzo" italiano; ahora tenían dos trabajos, ir más rápido y frenar al italiano. Comenzaron a obligarle a forzar para ver si rompía, sin embargo quien rompió fue Alpine, las cinco cajas de sus cinco vehículos oficiales..., conmoción en la Patrie, el Monte quedaba en manos, la primera de otras tres, de Sandro Munari; a quien Larrousse y Aaltonen (Porsche y Datsun respectivamente) acompañarían en el podium de uno de los Montecarlos más duros y apasionantes de la historia.
Al detalle..., gana lo que pierde en comportamiento..., aunque tampoco estoy muy seguro de que llegue a compensar; si es slot, ha de ser de slot, ha de poder ser jugable; caso contrario, lo que he dicho tantas veces, le pego con supergén un mabuchi a un cartón, cuatro tapones de Pepsi de dos litros unidos dos a dos por palillos pero con un tapacubos preciosísimo, una corona y andando, digo que ya tengo un coche de Esló..., pues no; soy de los que no colecciona, ni compite, me gustan los coches con historia, los que me recuerdan algo y sí, de vez en cuando soy marquista y me gusta sufrir en pista..., hasta cierto punto. Ni pepino imparable en pista y como un huevo a una castaña a su original, ni escalado a la muerte y queno ande ni con imán..., no...
HF..., de club de Lancistas a las carreras; la siglas HF (Hi-Fi: Alta Fidelidad) y sus cuatro elefantes -trompa arriba- son anteriores a la Fulvia, son hoy leyenda de la competición, pero en principio comenzaron como símbolo de amistad y fidelidad a la marca; fidelidad que se demostraba con demostrar que se habían adquirido un mínimo de seis Lancia nuevas; fidelidad histórica, y se adquiría un compromiso de continuar fiel a la marca.
HF... Esta "sociedad" otorgaba el derecho a portar en la calandra sobre una rejilla de una Lambda las iniciales del propietario, el acrónimo Hi-Fi y unas estrellas que infomaban del número de Lancias en la familia directa del socio; cada estrella por valor de una, tres, cinco, diez o cincuenta Lancias poseídas.
HF... Del '60 al '63 va llamando la atención de la marca quien no duda en ofrecer al club un ayuda, técnica y de apoyo, para sus socios que tomasen parte en competición. Así es como comienza la andadura de "HF" unida de forma inseparable a toda Lancia ganadora..., gracias a un gran grupo de aficionados que no hicieron más que honor a la calidad de la marca brindándole innumerable victorias.
No voy a decir nada sobre la pintura utilizada, su calidad, la calidad de máscaras y tampografía creo que es indiscutible, incluso demasiado cerca.
O sus cromodora, aunque algo juguetiles..., cierto, es un juguete..., o una zaga casi perfecta..., salvo -de tan cerca- por esas ópticas...
Aunque olvidándonos de ellas..., calidad divino tesoro.
No nos hace falta base para leer modelo, Rallye 1.6, HF, Lancia Fulvia..., ni en qué prueba tomó parte..., la placa es clara..., placa pegada, calidad y realismo.
¿Il fanalone?..., mi presento.
Todo lo que decía de las traseras lo retiro para las delanteras.
Por debajo..., poco que hacer...,
pero..., ¿y por dentro?
Prometo que Mannucci ya había escapado...
Y como dije en su día..., considero que esta Lancia Fulvia Rally HF 1.6 es una pieza imprescindible, por marca, por modelo, por vencedor del Monte en 1972, por ser una "Draco"...,y por vicio..., más rally, más Targa Florio, Monza, Sebring..., más!.
Salud
7 comentarios:
En mi opinión, se trata de uno de los modelos más emblemáticos de la historia de los rallys. Buenísimo reportaje y preciosas fotos, una vez más.
Un coche precioso , realmente es imprescindible para una buena colección de "rallys".En cambio en la prensa especializada del 1/32 se le han dedicadas muy pocas lineas para ser algo tan bonito .Es mi impresión.Pero se compensa en esta página con este extenso y bien ralizado reportaje.
Felicidades
Si,si,lo que tienes que hacer,en vez de enseñar tantas fotos tan bonitas es hacer un tutorial de como pintas las figuras"Que me hace falta" jeajeajeajeajea
PD:Sabes de donde vienen los coches,pero no sabes el como y el cuanto jeajeajeajeas
Increíble, ya tardabas en tener este coche.
Yo lo tengo y puedo decir que es una delicia.
Eso, que sean bonitos, bien acabados y que se puedan utilizar para correr.
A ver si con un chassis especial, y una carrera con un Stratos... un día tendremos que hacerlo, no, en "petit comité"...
Muy interesante lo del HF
Saludos
Se me ha erizado el vello al verlo pasar tan cerca junto a la parada de bus... y a la abuela ni te digo !!!!!
Encantado de descubrir tu nueva zona nevada... manazas me comentabas !!!!... un "capón" es lo que te voy a dar....
Las fotos... sin comentarios... te superas día a día...
Muy bonito el coche... lástima que esté pilotado por medio astronauta.
Un abrazote.
Mientras, en España, corría con uno el piloto Jorge de Bragation (Principe) junto con el Alpine oficial de Bernand Tramont, el Fiat Abarth 1000, de Juncosa y el Porsche de Juan Fernandez, los demás debíamos de conformarnos con 600's mas o menos preparados, 850 con Alberto Bernaldo o Fidel Riba y algun Alpine privado (Jorge Catón) como veis eran, mas o menos los componentes de la Escudería Sabadell. El coche, a pesar del Principe era y es una gozada. El sonido de su motor era como un tableteo. Felices años.
Publicar un comentario