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Tras unos meses desde el último en el mercado, y tras dos de muchas unidades de renovada decoración, que no refritos que después 3,14 nos riñe. Veía como salía una nueva Fiat 124 spyder, un vehículo por el que siento especial debilidad y del que pensaba compartir más que fotos, pese a ser una decoración "moderna", es decir, de un Rally de clásicos actual.

Y ya que comparamos, y a modo de aperitivo, tomemos dos 124 más..., tres máquinas iguales y de aspecto bien diferente.


Tanto de sus calandras como de su inmediata zaga:


La pequeña isla mediterránea, donde encontraremos una de las "Villa Napoleón", albergó el evento en el que tomó parte esta, la uno uno, 124 spyder de llamada librea Gulf, casi siempre espectacular, llamativa y cómo no; comercial.


Su belleza, pese a su modernidad, es lo que me decidió, -no me la puedo perder-. Así me fui para casa, para darle las vueltas de rigor y disfrutar de ella en mi pequeño circuito; siendo sus luces efecto xenon uno de los alicientes de esta preciosa máquina. Preparada para salir al circuito...

Y a pleno rendimiento sus seis (8) espectaculares ópticas delanteras:

Llego a casa, quito el plástico que la envolvía, corto los precintos, abro su urna, tomo una monedita de cinco céntimos, retiro la tuerca plástica que la asegura a la base y con cuidado la extraigo. Sin muchos más preámbulos, por no decir ninguno, elimino el soporte del imán y la pongo en pista.

Tomo mi cámara y primera foto donde posé la máquina. Dejo la cámara y me dispongo a situarla en una nueva ubicación... diantre, ¿¿¡¡qué son esas ondulaciones!!?? Pero si no la he tocado, ¡¡no la puedo haber llenado de huellas!! Me acerco y compruebo, con asombro y desagrado, que no son huellas más que de un "mal día", tal vez un exceso de celo por que me llegase brillante, tal vez unos minutos menos de secado, tal vez un mal minuto de quien la remató.

No me cabe duda, me volvió a tocar la china, y perdón por la expresión, pero viene al dedo, "me ha vuelto a tocar" la china, la mire por donde la mire, no hay, en este aspecto antes citado, por dónde agarrarla; ya por arriba,

ya por sus flancos...

Ya en la tapa del maletero...

Ya en sus pilares...

En definitiva, sé que es un error, sé que no es lo habitual en Scalextric, máxime en estos últimos meses en los que la calidad ha ido creciendo con cada nueva reproducción.

Buena prueba de ello es la tan esmerada tampografía que se oculta bajo sus ondas (anterior instantánea); y buena prueba de ello es la otra miniatura de la marca que adquirí junto a esta, con unos estándares de calidad (acabado y definición) sencillamente superiores a las anteriores Tecnitoys caídas en mis manos. Una de las cosas que más me gusta son sus llantas, bien envejecidas y rematadas.

Estoy seguro, me ha tocado el garbanzo negro. Por ello no emitiré juicio de valor alguno, pero admito que la decepción de que me haya tocado, como ya he dicho, es la causa de que no me apetezca mucho escribir una entrada sobre la 124 Spyder; algo que sí haré si consigo cambiar esta 124 por otra igual pero sin su marítimo acabado..., terminando como comencé la entrada, con la misma fotografía que da buena prueba de su presencia, estampa y belleza, como si esta entrada no la hubiera escrito y dejando la "chicha" para cuando pase la marejada.
Salud