MINI PADDY HOPKIRK 1964

El Mini Cooper S con el que Paddy Hopkirk y Henry Liddon ganaron el Rally de Montecarlo en 1964. Una victoria que elevó a los pequeños objetos de deseo de la BMC a los más alto de la más importante competición automovilística, el Rally por excelencia, Montecarlo. El Mini era el coche glamouroso por excelencia, el de las pasarelas de moda, el que todos imaginaban con una bellísima mujer de espectaculares, por largas bonitas y visibles, piernas, y ganó en el Rally del glamour, el Rally.




La mayoría de las veces me lanzo a escribir de memoria (la mayoría no tanto) y fotografiar el coche que me acabo de comprar, la última novedad, la que llevaba tiempo esperando y ya llegó, lo admito, cuando sé que va a salir un vehículo "x" me gusta leer sobre él para entenderlo mejor, y escribir sobre él ayuda a leer. Pero hoy el proceso ha sido, como en algunas -pero contadas- ocasiones, a la inversa, primero he disfrutado de un articulazo firmado por el gran Simon Taylor -con nuestro protagonista de hoy como objeto de su entrevista- y después desempolvé la máquina.




Cierto, ya hice una pequeña entrada sobre el Mini Cooper de Scalextric (Hornby), pero no quiero extenderme y repetir dicho artículo, sobre una versión prácticamente igual a la que he fotografiado, y tampoco voy a transcribir el artículo que me ha dado pie a fotografiar este Mini que tenía guardado junto al otro y sin haber sido fotografiado y probado sólo con imán, tal cual lo he vuelto a conducir esta vez. Y es que poner un coche en pista sin darle unas vueltas es como sentarte al volante de uno y no girar el contacto.




¿Cuántas entradas podré hacer sobre Mini? ¿Y sobre Montecarlo?..., posiblemente muchas más, pero pocas oportunidades tendré de hacerlo sobre Paddy Hopkirk. Paddy, un hombre que tuvo la suerte de estar en el sitio oportuno en el momento oportuno, el hombre que asombró al Reino Unido, que recibió las felicitaciones del Primer Ministro, los Beatles..., y preguntado por un guardia, tras realizar una maniobra ilegal, si se creía Paddy Hopkirk; algo así como cuando siento a mi madre en el asiento del copiloto y me dice "Levanta Fitipaldi", será porque nací en uno de los años en que ganó un título del mundo. Pero nada es casualidad, para estar en el sitio donde reparten oportunidades hay que valer y hay que estar a la altura, y Paddy llevaba demasiado tiempo visitando cajones menores. No sería relevante decir que era un niño de educación muy tradicional sino fuera porque su primer vehículo le fue "donado" por un clérigo amigo de la familia. Un vehículo con frenos sólo atrás al que siguió un sidecar que sería sustituido por los coches "familiares" para competir... -hacía algo parecido a los quince con un R5 Turbo de mi madre, pero mi carrera terminó con una farola menos y frenado contra un poste de la luz.-




Del Trinity College a la Volkswagen, un empleo que le daría la posibilidad de pilotar escarabajos de segunda mano y copilotado por su compañero del Trinity John Garvey con quien compartiría victorias menores hasta 1955, su primera gran victoria en Irlanda, cuna de grandes pilotos de Rally como lo es Galicia, Cataluña o Canarias... Con un TR2 comenzaron a brillar, tanto que la isla se les hacía pequeña, y más desde que Ken Richardson se fijo en ellos y decidión que corrieran Montecarlo en sustitución del enfermo Johnny Claes. La Organización del Rally no aceptó su entrada, pero Hopkirk no aceptarían abandonar la sombra de Richardson quien aceptaría darles un Standard 10 para el RAC Rally de marzo. Desde ese Rally las victorias se fueron sucediendo una tras otra, tanto en Rally como en pruebas de velocidad; pero un pequeño error en una carrera dejó a la pareja sin el apoyo de Richardson y por tanto sin coche.




En dicho artículo relata el entrevistado y transcribe Simon Taylor una serie de anécdotas muy interesantes con Les Leston, el gran Norman Garrad..., pero no sería justo que tradujese dicho artículo, y no sería ni la mitad de interesante (de verdad que el artículo merece la pena), Le Mans, Rally, Velocidad y un trabajo de día a día, de constancia. En 1963 Rauno Aaltonen sería tercero con un Mini Cooper tras la soberbia SAAB 96 (También reproducida por Hobby Classic) y la local Citroën ID 19, tras Erik Carlsson y Pauli Toivoinen respectivamente; una tercera plaza que hacía soñar con la gloria en el Rally, pero tocaría jugar contra coches mucho más grandes y potentes. El 33EJB estaba dispuesto, Paddy tomaría partido con él en el Tour de France, nada hacía presagiar que ese Mini sería el histórico primer equipo 100% británico en hacerse con la gloria en las tortuosas y competidas carreteras del Sur de Francia.




Monte Carlo, ocho Falcons V8 de 300CV pilotados entre otros por Pete Harper, Ljungfeldt y Graham Hill. A ellos se umaban, como siempre, los mejores talladores con las mejores barajas, Mercedes, Volvo, Saab 96, Citroën Tiburones..., ganadores del "Monte" y aspirantes se sucedían en las listas de inscritos para patinar hasta la ansiada victoria.




En la Pérfida Albión se tomaron el Rally como en su día lo hicieran en el mar contra las naos de Felipe "PaloPalo". No siendo una entrada para hablar del Montecarlo del '64, más bien de quien lo pilotó hasta la victoria, que sí, que ganó la edición del '64, contra pronóstico y de qué manera. Todos en la Isla quisieron incluir esta Mini entre las joyas de la Torre de Londres, pero sin ser así esta máquina es sin duda una de las joyas del motor británico de todos los tiempos.




Paddy ganó su siguiente prueba internacional, el Austrian Alpine, y siguió cosechando éxitos y victorias al servicio de su Majes... digo de BMC. Dos triunfos más en el Circuito de Irlanda, otra victoria más en el Austrian Alpine (1966)..., por cierto, ya articuló Marcel, en un excelente artículo sobre el fantástico Tiburón de Hobby Classic, del polémico Monte del '66. Si no llega a ser por el "invento" de la Organización, un Mini ganador en 1964 y 1965 ya era mucho, un Hat-Trick en 1966 sería demasiado para la grandeur bleu. Paddy se quedaría sin esa tercera posición que sí logró.




La tampografía es fantástica, pero siendo sinceros, tanto en casa (marcas nacionales - Sloter, Avant Slot, Spirit, Tecnitoys, Fly...) como fuera (Slot.it...) superan algunos de los "alardes" de los británicos que han quedado algo estancados, y siendo, como creo, la misma fábrica que es para sus "N's" algo más si podrían ofrecer. En cualquier caso, huelga decir que la tampografía y lacado están a la altura de lo esperado.




Targa Forio, London-Sidney Marathon, Le Mans, Sebring, 24 horas de Spa en un Mini 970S -con el que ganó su clase-..., infinidad de carreras y un momento de colgar los guantes y dedicarse a su marca de accesorios y la importación de Toyota en Irlanda. Hoy lo encontraremos en Hopkirk Ldt. Pero pese a dedicar gran parte de su tiempo y esfuerzo a su empresa de Marketing, Paddy no ha abandonado, ni mucho menos, la competición activa ni el mundo del motor, Vice-Presidente del BRDC, presidente del HRCR y consultor de BMW para el desarrollo y evolución de los New Minis; huelga decir que su coche es un New Mini Cooper S..., con matrícula Y333EJB.




Es posible que Paddy Hopkirk, de no haber ganado en Montecarlo en 1964, hubiera sido otro de esos grandísimos pilotos desconocidos para los que somos en gran público. Un hombre del que pese a sus grandes victorias y gran número de pruebas disputadas hoy no estaría hablando si no llega a ganar Montecarlo, porque seguramente no hubiera tenido la suerte de leer el magnífico artículo de Simon Taylor y que recomiendo publicado en la revista de marzo de 2009. Paddy Hopkirk, un genleman driver.

Salud