Gianclaudio "Clay" Regazzoni, un hombre exuberante en prácticamente todo, y sobre todo en su forma de conducir, agresiva, espectacular y eficaz. Un suizo al que los italianos consideraban italiano.
De 1963 a 1967 su carrera no se encontraba exactamente entre las más brillantes, pero en 1968 y a causa de un gravísimo accidente que le costaría la vida a Chris Lambert, la acusación (desestimada finalmente por el juez correspondiente) de haber provocado dicho accidente en Zandvoort en una carrera de fórmula 2 su nombre estaba en boca de todos, pero no ya sólo por dicho accidente como por sus éxitos al volante.
Dos años más tarde se hacía con el campeonato de Fórmula 2, debutó en F1 con Ferrari como segundo piloto tras Ickx. Desde luego que una Ferrari siempre ha sido una Ferrari, pero Clay era un gran piloto y lo demostró con dos cuartos puestos en Holanda y Gran Bretaña, segundo en Austria y primero, ante la alegría descontrolada de los miles de Ferraristas congregados, en Monza, circuito en el que Rindt (campeón a título póstumo en este 1970) perdió la vida en los entrenamientos.
Su tercer puesto en su primera temporada hizo que en Ferrari se planteasen si tenían en sus filas a algo más que una promesa. Un suizo nacido en el cantón italiano era, como su compañero de equipo para el '71 (Mario Andretti) un italiano para los italianos, como "El Greco" para los españoles o Picasso para los franceses.
Si embargo la temporada no fue lo que se esperaba de él, irregular en cuanto a resultados, tres podium, tres accidentes, alguna retirada y un sexto puesto fueron sin duda un bagaje pobre para el de Lugano. Séptimo al final de la temporada y séptimo en la temporada siguiente corroboraban que Clay no iba a ser el piloto deseado por el Viejo y termina con sus manos al servicio de BRM con quien coincide con Beltoise y finaliza decimoséptimo a final de temporada.
En 1974 y como segundo de Niki Lauda regresa a Ferrari para firmar su mejor temporada, desde luego la más regular (sólo una victoria pero muchos podium). Pugnando desde el principio por el título sólo al final fue superado por Fittipaldi y por tres puntos. Lauda (4º), fue al final superado incluso por el Tyrrel de Scheckter (3º).
La de 1975 fue la primera Lauda-temporada, un año en el que Clay haría quinto tras ganar un sólo Gran Premio pero perder la regularidad que le hizo pugnar por el título el año anterior. 1976 repetiría quinto puesto, una temporada mágica en la que Hunt se hizo con el título por sólo un punto, Lauda enamoraba, solo Italia vibraba con el suizo que creían italiano.
Sólo en 1979 Clay volvería a sentirse cerca del título, ganando la que sería su última victoria y primera para el equipo Williams; Silverstone 1979, una fecha que debemos recordar pues Fly Car Model tiene prevista la salida del Williams FW07... Williams se convertía en el enemigo a batir. Sin embargo Clay no tenía ni la menor intención de retirarse de la F1, pero un gravísimo accidente que lo postraría en una silla de ruedas para el resto de su vida le obligó a alejarse de los circuitos, un hombre que pese a poderse poner en pie dejó de caminar.
No fue, ni tan siquiera en turismos, campeón del mundo, sin embargo su nombre y forma de conducir son parte de la historia del automovilismo, como decía al principio, un hobre con un estilo de conducción exuberante, agresivo y arriesgado, un gran piloto que perdería la vida en una autopista hace casi dos años al volante de una mono-volumen y a unos cien kilómetros por hora.
In memoriam... Clay Regazzoni.
SALUD
2 comentarios:
Esa última frase es muy muy representativa para este piloto que desgraciadamente acabo tan mal...
Saludos
Sentido homenaje el tuyo por un gran piloto del que siempre se supo que podía dar más de lo que ofreció. La decoración de este BMW M1 es espectacular, una de mis favoritas de uno de los mejores moldes de Fly. ¿Qué más puedo decir?
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