Al final me hice con él a un precio irresistible, dejando la nueva referencia (08348) que del Chaparral 2 (#65) ofrece la misma marca para una futura comparativa.
No nos vamos a engañar a estas alturas, este coche no entra en la categoría de "rompecronos", pero sí lo hace, y de qué manera, en la de auténticos clásicos con encanto, con ese algo especial que se hace disfrutar en pista, ese algo que tiene verlo circular por el circuito..., un tren con imanes y una agradable sorpresa sin ellos.
Pero las fotos de hoy sólo pretenden enseñar, sin adornos ni florituras la belleza de un coche de slot bien concebido, con un nivel de detalle en la carrocería fantástico y una tampografía óptima. Un clásico precioso reproducido con un toque muy especial, muy elegante y sobre todo, uno de los mejores coches deportivos de la historia del que saldrían muchos otros correcaminos.
Cierto que no es ninguna novedad, como no lo será la próxima reprodución que colgaré en el blog, pero creo que por belleza e historia (de la que ya hablaré ya...) merece ser compartido. No es menos cierto que hay muchísimos clásicos que merecen largas sesiones de fotos, pero no todos se pueden adquirir a 25 Euros, un precio gracias al cual muchos coleccionistas no dejarán escapar esta preciosidad.
La unión de Revell y Monogram lleva mucho tiempo dándonos alegrías a nivel estético, reproducciones fieles, de calidad y con un comportamiento en pista digno, más que suficiente para permitirnos disfrutar de él sobre el conocido chasis Sebring Series de MRRC.
Un coche, como su 1:1, con una decoración muy sencilla, sin alardes, pero de gran calidad, una reproducción donde se ha cuidado cada detalle para que su resultado se disfrute, evocando los mejores tiempos del automovilismo. No puedo dejar de enseñar sus llantas (recién estrenadas y sustitutas de las usadas hasta la fecha, ahora la Chaparral era 100% norteamericana. Y el Firestone..., espectacular y resistente al uso.
El único pero que se le podría dar a esta reproducción es el de las ópticas traseras pintada en lugar de ser una pieza plástica semitransparente, pero en esta referencia en concreto creo que dicho detalle es un plus muy vintage que le va como anillo al dedo.
La zaga, al igual que el resto del coche es una delicia, su tampografía sencillamente un alarde de calidad.
Una máquina única que marcaría un antes y un después en la historia del automovilismo.
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