Hace unos días, tras casi dos años, publiqué la primera entrada de un coche de la marca alemana Carrera, los comentarios, que siempre ayudan, tras publicarla me animaron a publicar más cochecitos de los poco que de dicha marca encuentro en mi humilde colección, siendo uno de los últimos, el Opel Commodere Steinmetz Jumbo, el elegido para la segunda entrada sobre la marca.
Su belleza es innegable, para quienes nos gustan este tipo de vehículos de belleza difícil como diría mi diplomática mujer, pero para aquéllos detractores de esta Opel, prueben a mirarlo eliminando las alas delantera y trasera, y vayan poniéndolas poco a poco.
Si no funciona es que no gusta, así que será el modelo ideal para disfrutar de esta máquina, a quienes nos gusta disfrutaremos de ella imaginando la real, a quienes no tal vez descubran una marca que piensa en a quién van dirigidas sus reproducciones, alguna de ellas terrible, como el Golf Tunning, o el "Golf de Martutene a Carabanchel pasando por la modelo pa' recoger a unos colegas".
Sí, también es de las marcas que incluye un kit de luces, delanteras y traseras, un plus añadido tal y como decimos cuando las vemos montadas en vehículos de otras marcas del sector y que sigo manteniendo, se agradece verlas circular con las luces encendidas. Para los aficionados al digital decir que esta Opel es digitalizable (Sistema Carrera).
Su aspecto es brutal, no sólo por su tamaño, sino porque es realmente grande, y con ese aspecto tosco, que les sigo viendo a las máquinas de la marca alemana, que se traduce en práctica "indestructibilidad" en manos de los más pequeños o los más grandes sin escrúpulos.
Ese aspecto de coche muy grande se acentúa con su espectacular y curiosa ala trasera y delantera, y las instantáneas de la máquina completa nos permiten imaginar cómo era esta máquina sin tremendos apósitos.
Su color, un marrón chocolate casi perfecto no tiene impurezas ni marcas de ningún tipo, algo muy de agradecer y que algunas marcas descuidan de vez en cuando, con la alemana nunca me ha ocurrido, y ese es tal vez uno de sus puntos fuertes, un sabio uso de la pintura y una sabia elección de los colores de sus plásticos. El brillo y reflejo es evidente, y sin la necesidad de utilizar dos litros de barniz (o pintura con barniz ya incluido).
De cerca, que no iba una Carrera a ser menos, ya comenzamos a ver esos pequeños detalles que no terminan de convencerme cuando la alemana utiliza, a parte de tampografía, máscaras.
Cierto que esa unión entre el blanco y el marrón es complicada, pero tal vez con algo más de tiempo/cuidado tendríamos un acabado mucho más fino. Otro debe de esta máquina son sus ópticas delanteras, la bombilla es visible y no queda muy bien, la pintura que imita la varilla metálica invade la óptica principal y ese pitoche no deja de ser un detalle que afea en parte su conjunto.
Pero tiene detalles que no te esperas en una máquina a cuyo interior muchas veces es mejor no asomarse.
Como he dicho, la tampografía es, lejos de las punteras, muy correcta, sin filigranas ni obras de arte, pero muy clara y definida. Una de las cosas que más me gusta es justamente eso que estamos viendo, esa entrada de aire y la joroba del capó, bajo ella su tesoro.
Las ópticas traseras están en la media, con un punto menos por la invasión de la pintura metalizada pero con uno más por el tintado de sus protecciones. Otro detalle que no suele ser habitual es la cincha que asegura la tapa del maletero, y digo que no suele ser habitual salvo en algunas marcas de slot punteras o en aquéllas de estáticos que de vez en cuando nos sorprenden con una máquina de slot.
Lo dicho, nos puede no gustar, o gustar más o menos, o pensar que ese logo son familiares directos del 11811..., o que como baje las ventanillas el piloto nos encontraremos en Harlem y a cinco bigardos embrutecidos mirándonos con "cariño".
Subimos y miramos desde arriba tremendo alerón, sorprende su calidad, su blanco, no encontrar hilillos entre la letra y su fondo.
La tosquedad de Carrera, ese debe y ese haber que se alternan en la misma máquina, una llanta fantástica y una tuerca central descentrada; como si al llegar al final al montador le entrasen las prisas. En algunas veremos incluso el hilo de plástico que la unía a la base donde se encontraba con otras 20 tuercas, y es que el cutter a veces no trabaja como debería.
Vale, otro punto a favor, el cromado del espejo retrovisor, su debe, que no desentona con el resto del vehículo, que es un cromado algo juguetero. Un coche que tal vez no sea el más atractivo para el mercado español, con un color que o gusta o no, y con un precio comedido, no por las ofertas a las que encontramos muchas reproducciones de la marca (esta se encuentra hoy a 25 Euros), sino porque como novedad las Carrera no suelen subir de los 35 Euros. ¿Comparamos?, no es necesario, tal vez el cliente final de las Carrera es bien diferente al de otras marcas "generalistas".
Salud
3 comentarios:
Wenas!!!! buena entrada y bonitas afotos, a pesar de que a mi, estos coches no me convencen, las llantas me gustan, a pesar de sus 'fallitos', pero como muy bien comentas, están pensados para un público que le gustan estos "pequeños" coches.
Adeu y gasssss
Sólo puedo decir que es un coche que me encanta. Aunque reconozco esos contrastes tan típicos en Carrera. Las fotos de auténtico lujo.
Salud
Creo que el Blog de Guillermo empieza a surtir efecto, y el contagio de esta "carreritis" puede llegar a pandemia a poco que los aficionados entren en contacto regular con sus "bichos". Reconociendo ciertos pequeños desaciertos, el molde es irreprochable, su suavidad de funcionamiento proverbial, y el coche en su conjunto, impresionante.
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