RAID MUBUTU

El pasado viernes, sin más armamento que un “pequeño” coche de resina –largo y estrecho como una baguette (que para eso es francés de origen Hobby Classic de adopción)- y muchas ganas de pasarlo bien, me acerqué hasta las instalaciones temporales del equipo Raid Mubutu. (Todavía con las inscripciones abiertas!!)




Y digo temporales porque David, Jesús, Miguel y José han alquilado un local (nave) durante un mes para que todos compartamos un buen rato por amor a las dunas, y es que el importe de las inscripciones dudo mucho que alcance para cubrir ni tan siquiera los gastos de dicho alquiler. Así pues mi primera frase de agradecimiento ha de ir para ellos; para quienes nos han “cedido” su esfuerzo para que el resto lo disfrutemos.




Así, me acercaba hasta allí, sin herramientas, sin mando y con un calor de justicia. Nada más llegar me encuentro con Chema y Ángel; saludos de rigor y a asistir; momento en el que te atreves a decir cosas como –uy uy uy… puedes apretar más- -Pero chico, que vas repartiendo bocadillos- -dale dale, bache- -pierde tracción, lo veo claro, bueno, o eso o vas bajo de voltaje, ¿te subo medio?-. Y no sabía que repartirían tapitas gratis que si no también hubiese ido con hambre…




Pues tanto sabio consejo y no avisas de que el camión ha encendido la luz de marcha atrás…, cosas del directo, y es que cuando se te acaba el tiempo y te cortan la corriente en plena subida hay vehículos que tienden a caer, y no en línea recta…, y hay pilotos más atentos al Buggy Club que a la carretera…, en fin, se escuchó en todo el local, crash.




Daños mínimos y continuamos la carrera. Tras un tramo Uno y Dos muy técnicos y divertido; y digo técnico no por los baches y sí porque es de esos tramos de dedo, donde los mega cracks marcarán las diferencias, más por dedo que por coche. De la jornada del sábado ya hablaremos; hoy toca viernes.




El tramo dos; técnica y velocidad y volcán incluido. El volcán se activa al pasar por una célula, o lo que sea ese invento del maestro José, aunque por sabiduría, y no por edad o envidiable y saludable color (malpensados), podría ser “Scipio Africanus” –por su benevolencia, ingenio…-.




Las dos grandes protagonistas de ese tramo eran la bajada desde los Andes, donde el mono Amedio o Asistente debía estar al quite –OJO, con cuidado y tiento se pasaba sin necesidad de asistencia; de hecho Chema con Quad y camión no dejaba de repetir, quieto que paso; y pasó, parando y demostrando su saber hacer-.




Otro de los puntos críticos era la salida de una duna-cañón, y giro a izquierdas para encarar desde el carril interior de un quesito una recta contraperaltada. Caer o no dependía más del coche o piloto que del tramo pues pasar se pasaba sin problemas.




De la recta peraltada y duneada a la subida al volcán, curva interior peliaguda y a pasar el IMPRESIONANTE puente colgante; qué cosa más bonita!!, giro a derecha, giro a derecha (esto parece el parlamento europeo) y subida por las eses hasta las viradas cumbres andinas, cumbres en las que sí era sencillo asistir.




Del tramo Tres Cuatro al Cinco y Seis; espectacular tramo rápido en el que se escuchaban risas, caeres de coches sobre el carril o decoración y copilotos canturreando, Ain't no mountain high Ain't no valley low Ain't no river wide enough, baby If you need me, call me. No matter the slot your car is, no matter how far, just call my name, I'll be assisting you in a hurry. You don't have to worry…




Un tramo espectacular, muy rápido y muy ágil en el que hacer unas 84 bajadas (saltando o no) y unas 84 subidas (con cabriola incluida la mayoría de las veces), unas dentro, otras fuera…, cuestión de velocidad, ya que si llevabas la justa la guía entraba en el carril sin problemas. Y es que eso es algo que no sé si he dicho, se notaba que los tramos estaban muy bien medidos, ni un tramo imposible, ni un bache odioso, ni una curva de carril infra utilizado, ni un salto en el que no caer dentro…, y sin imán, que las verificaciones eran serias… con todos por igual.






Y por último el Tramo Siete y Ocho; tal vez los que menos me gustaron, y eso que fue donde menos rompí el primer día. Los problemas de este tramo, como en el Uno y Dos, fue la arena (de verdad). Ya habíamos tenido problemas con piedras de río sueltas por la pista en otros raids (donde rompí una llanta) y en un resisraid; aquí el problema fue la arena; muy fina, pero suficiente como para tener algún problema de atascos de guías en el carril. Ahí siempre al quite asistentes y organización.




El tramo muy rápido, con dos grandes rectas, una bacheada, que se podía pasar a fondo, y otra duneada, donde los coches bien preparados también podían pasarla a fondo. El resto era una sucesión de curvas de amplio radio y una sorpresa, también ideada por el Maestro “José el Africano”; La Tormenta de Arena. Un curioso y genial invento en el que al paso del vehículo por una célula fotoeléctrica se activaba un cachivache que largaba gofio y serrín…, genial.




Y hablando de manchado; preparen todo tipo de neumáticos. Tramos Uno y Dos y Siete y Ocho muy manchados (Una gozada salir derrapando o frenar para apretar a fondo y disfrutar despidiendo gofio con las gomas). Tramos Tres y Cuatro y Cinco y Seis más limpios (los tramos con pendientes más pronunciadas).




En definitiva, unos tramos mixtos muy estudiados para todo tipo de coches y pilotos, más rápidos, más técnicos, más piñoneros, más ligeros, más pesados, con gomas más para sucio, menos… Si tuviera que aventurarme, sin haber visto las clasificaciones temporales, a decir qué va a ganar, apostaría por un T3 de batalla no muy larga en lugar de camiones o grandes máquinas, y es que los tramos sí podrían penalizar (a no ser que alguien lleve muchos y “buenos” asistentes que pongan el dedo antes de que al vehículo le cuelgue una rueda) a los vehículos más anchos y largos…, como he dicho antes…, dependerá del tramo, el piloto… pero dudo de que alguien marque el mejor tiempo en todos los tramos.




Como siempre los grandes cracks, o los que por lo menos han demostrado mejores cualidades esta temporada, saldrán el domingo que viene, conociendo las clasificaciones provisionales y tiempos que han hecho el resto de rivales; ellos van a ganar, porque saben y porque pueden. No creo que esta entrada, si es que la leen, les dé pistas, ya tienen preparados sus cochecitos, y en el maletín sí llevan todo el material necesario para optimizar sus coches en un tris tras y a la simple vista de los tramos antes de comenzar.




Lo que sí creo que es una ventaja es salir el último día; ojo, una ventaja porque los pilotos que ya han salido no tienen tiempos de referencia mientras que los del domingo sí. De hecho abogaría porque, al menos, en los Resisraid no se publiquen los tiempos hasta ser definitivos, así no tendríamos un sábado despoblado y un domingo con Overbooking.




Y sin terminar allá que me la llevé..., y tuve la suerte de que me tocara correr con la Tiburón de Thierry..., qué BIEN nos lo hemos pasado “les enfants des chevrones”.



Primer cuarto…, “el sufrimiento”: Comenzaban estas dos bellezas animales; Citroën Tiburón y Citroën Pato con miedo y voltaje bajo –que fue subiendo-. Primeros problemas para la Tiburón de Thierry Martin, la guía, no la había rebajado y entre eso y las arenas ya mencionadas y estrechez en algunas uniones entre las pistas Ninco tuvo que esperar para darle a la lija entre el Uno y Dos y el Tres y Cuatro.



Yo ya llevaba los deberes hechos, tres minutos antes, mientras saboreaba un riquísimo bocadillo y unas raciones de morcilla ofrecidas por los anfitriones. El problema fue que lijé con tantas ganas que me quedé sin trencillas (Ninco de serie) hasta que Samu, entre los Tramos Tres y Cuatro y Cinco y Seis me las cambió. Pero no eran esos todos los problemas; las dos, Tiburón y Pato, no han sido concebidas para correr, tanto menos en Raid (Y sí las ZX de Fran u otros TT en resina), y eso se nota. Cotas, estrecheces, …, y primeros problemas de transmisión, las correas se me salían cada vuelta; sin herramientas tocaba agarrar el coche y colocarlas, resultado: 4 vueltas. Thierry me deja un destornillador, desde entonces meter la correa en la polea fue coser y cantar. Verlas circular juntas no tuvo precio, era una gozada. Tanto es así que me temo que hayan sido los mejores ocho tramos de raid slot que he disfrutado.




Lo mejor, como reza mi propia máquina en el puesto del copiloto, la “Buena Compañía”. Por la Tiburón, por Thierry, Diego…, y todos los antes mencionados. Cierto, no pude aguantar, incluso sin acabar de montar y decorar carrocería, me la tuve que llevar…, pero ya apetecía ya!! El resto de tramos, controlando, incluso en la temible bajada de los T 3 y 4, mi Traction pasaba. Eso sí, Diego la salvó de abrirse en dos cuando la agarró en el aire cuando se precipitaba desde la recta en cambio de rasante hacia el suelo… Ay!!! Los T5 y 6 ESPECTACULARES con mi Traction.




Cómo saltaba!!! Sin perder en ningún momento la guía (Menudo trabajazo del maestro Labarga) contacto con el carril. Pim, pam, pim, pam, pim, pam…. Grabe tu nombre en mi barca, me hice por ti marinero para cruzar los mares surcando los deseos. Fui tan feliz en tus brazos fui tan feliz en tu puerto que el corazón quedó preso de tu cuerpo y de tu piel. Como una ola tu amor llegó a mi vida como una ola de fuerza desmedida de espuma blanca y rumor de caracola. Como una ooooooolaaaaaaaaaaaaaaaa.




Y el de la Tormenta de arena y arena en el carril, donde cada golpe con un grano significaba un salto de correa…, pero qué bien lo pasé…, Esos locos bajitos que se incorporan con los ojos abiertos de par en par, sin respeto al horario ni a las costumbres y a los que, por su bien, hay que domesticar. Y con casi una treintena de fotos y otros tanto párrafos, lo dejo todo, si tu me dices ven, lo dejo todo, si tu me dices ven, jugaré el sábado también…, este vicio nada oculto que es el tuyo también…, si tu me dices ven...




Salud