PORSCHE 550 SPYDER James Dean

Pocos son los actores considerados como iconos, James Dean es sin duda uno de ellos. Hace año y medio Ninco nos sorprendía con una más o menos acertada Porsche 550, poco tiempo más tarde nos volvía a sorprender con una “redecoración” de dicha Porsche 550, la 550 Spyder en la que moriría Dean. Y por qué una entrada sobre su Porsche…, sencillo, por casualidad. El otro día leyendo un artículo biográfico sobre Eugen Böringer aparecía el nombre de Rolf Wütherich, el mecánico que acompañaba a Dean al momento del accidente (Pregunta de Trivia: ¿Mejor posición de Rolf en un Montecarlo?) y no lo dudé, desempolvar la Porsche de Dean.




El actor nació en 1931, y lejos de ser un niño prodigio en el mundo del cine no fue hasta 1950 cuando Dean comienza a hacer sus primeras apariciones, abandonados ya sus estudios universitarios, en televisión. En 1951, con veinte años, se traslada a Nueva York donde alterna apariciones en anuncios de televisión con pequeñas apariciones en series de televisión.






Descubierta su vocación consigue entrar en el legendario Actor’s Studio, escuela de ilustres como Al Pacino, Robert De Niro, Gene Hackman, Sydney Poitier, Dustin Hoffman, Diane Ladd, Sally Field, Paul Newman y su mujer Joanne Woodward, sin olvidar a otro amante del automovilismo como Steve McQueen, Marilyn Monroe, Marlon Brando… James pese a ser uno de los más jóvenes destacaría sobre la gran mayoría de los alumnos, protagonizando grandes series y obras de teatro. Pero la fama le llegaría con su primer largometraje.




Al Este de Edén, basada en la novela (Narra la historia de tres generaciones) del mismo nombre del genial Steinbeck (Las uvas de la ira, De ratones y hombres…); una película rodada en cinemáscaro, digo Cinemascope. Dean interpreta a un adolescente criado en el convencimiento de que su madre había muerto cuando realmente estaba viva y regentando un burdel. Dean es el hermano rebelde, mientras que Aaron es, como el padre, más conservador y tradicional. Una de esas películas que marca, una magnífica historia, uno de los mejores dramas rodados para el cine.






Rebelde sin causa, película de la que siempre nos quedará esa imagen de Jimbo con el cigarro consumiéndose en una mano con un gesto nada natural pero que muchos han imitado con un pie en la pared. ¿Y Natalie Wood? Qué mujer más guapa!! Y la escena en la que se dirige hacia el precipicio…, sin duda una de las mejores películas de la historia. Como curiosidad…, Dennis Hopper.






Sin Elia Kazan, ni Rock Hudson ni Elisabeth Taylor consiguieron hacerle sombra en Gigante, la más grande superproducción de la Warner Bros hasta Superman. La historia de una familia que pasa de terratenientes ganaderos a ricos propietarios de subsuelo con petróleo. Cómo no, el papel de Dean es impecable, pese a cumplir con el sueño americano, de trabajador a millonario del petróleo, su amor por Elisabeth Taylor hace de él un hombre consumido por la amrgura. No llegó a terminar el rodaje.






James Dean, el actor de los papeles de hombre atormentado, un icono del cine llevado más allá y elevado a ejemplo para muchos jóvenes de la época, tal vez ayudada esa imagen por su temprana muerte con sólo 24 años…, al volante de una Porsche 550 Spyder.






Dean era un amante reconocido del automovilismo, apasionado de la velocidad y coches rápidos; imaginémonos con 24 años y más que mucho dinero… No tardó tras su primera película en comprarse un deportivo, y en cambiarlo por una 356 la cual sustituyó por su “maldita” 550 Spyder. Y digo maldita porque la historia de esta 550 tras la muerte del actor no trajo más que malas consecuencias a quienes la poseyeron, en todo o en parte. Robos, desapariciones, accidentes…, hasta la definitiva pérdida de la máquina en extrañas circunstancias.




Dean la apodó “Pequeña Bastarda” (“Little Bastard”), un nombre de mejor o peor gusto que grabó en la tapa del capó. Mecánico y actor emprendieron camino a una carrera en Salinas (Este de Edén). Dean decidió que iba a ser más rápido llegar directamente sobre la máquina y así hacerle un breve rodaje a buena velocidad, a tan buena velocidad que pocos minutos antes del accidente una patrulla (Highway Patrol... mmm... hablemos de la policía...) le puso una multa por superar el límite establecido.




Dicen que no iba con las luces encendidas, que iba demasiado rápido…, que en un coche cubierto o en otro coche no hubiera sufrido más que magulladuras…, el caso es que en el condado de San Luis Obispo, en el cruce de las interestatales 46 y 41, chocó violentamente contra el Ford Tudor de un estudiante que antes de salir del cruce no vio aproximarse al bólido plateado. Hoy en Cholame, en el punto donde Dean murió, se levantan una placa y un restaurante erigido en su recuerdo…, qué mal gusto.




Salud