Al final, y gracias a que Javier (como cabeza de todos los Guti que cada fin de semana, y entre semana, dan todo para que los aficionados disfrutemos de una pista al 100%) se vio obligado a cambiar la Resistencia de X-Slot para otro día al final el equipo Más Slot (Paco, Chema y el manta slotero -pero que bien me lo paso oiga-)
Nuestro quad, pintado y preparado por Chema, qué lujo!! estaba preparado, nosotros también, tres horitas..., o más, por tuvimo "vía muerta" o "pista cero" como dirían otros. Vía muerta porque seis carriles y siete equipo significa que sobra uno, y por qué..., pues por no decirle al séptimo que se siente pero que ha de ir otro día. En fin, al final, y gracias a que Javier Sr. rompió el día anterior (Mangas a 30 minutos) pudimos hacer mangas a 20 minutos, y sin cambiar de precio pese a correr menos y ser un equipo más.
En fin, que para qué hablar de tristezas, y hablemos de alegrías. Quad llevaba Paco y Quad llevaba Chema; antes de la carrera 10 minutillos de prueba y el preparado y pintado por Chema a la pista. Abre Paco. Pista 6.
Todo comienza bien, mantenemos el ritmo, muy por debajo de Ismael y Javier Jr. o QST con sus chasis de Pajero de Mitsubishi y Frodo el flaco y Mazinger el tetillas al manillar. Qué muñecos más feos madre de Dios. QST está en otra Galaxia, dobla rivales sin piedad como Conan cortaba Cabezas, Juanjo..., mira qué mono ha quedado el juego de palabras.
Todo bien hasta que en la vuelta 14 Paco grita "Quad", y alguien contesta... "roto". Sí, como con el camión, o con el T3..., hemos roto, a las 14 vueltas. Chema, ni corto ni perezoso lo agarra, ve el problema, brazo roto en dos, y busca cyano y cinta aislante. Dejamos correr el crono, Chema repara, yo asisto y Paco espera mando nuevo de DS en mano. Comienza la segunda manga y Chema llega a tiempo, Quad reparado, un invento que habrá de durar..., ¿y durará? Lo que dure, ale, a divertirse. Ese es el estado al final de la prueba..., ese brazo, esa corona...
Y así, con una pequeña desventaja, una media de 80 vueltas los rivales (Algunos con más de 90 vueltas) y 14 nosotros, comenzamos la remontada con un brazo que, lo he de decir, se mantuvo toda la carrera, aunque el Quad ya no iba como en las pruebas, y es que daba miedo saltar o pasarse de frenada.
Mientras el resto, ñiun, ñaum, liuuuum, pichuuuummm...., y nosotros a nuestro ritmo. Al primero que pasamos es a Juan Pirez, muy descontento con su Quad decide cambiar de aparato y probar un segundo Quad..., tampoco, ninguno de los dos son un tres ejes.
A Javier Sr., quien también rompió, y ya no éramos últimos..., y la carrera continuó, y disfruté, en la última manga, de un pique sencillamente fantástico con Jordi Villanueva, media manga rueda con rueda..., impresionante, sobre todo porque íbamos con el brazo roto y la corona reventada (no aguantó)..., pero aguantó lo sufciente como para que Jordi no pudiese sacarme la vuelta, le pudo la presión..., jajaja... aunque al final nos sacó 200..., o algo menos, que si no llegamos a romper no se nos hubiera dado tan mal..., lo mismo terceros..., jur jur... me he pasado!! jaja!!
O no, no lo sé, las clasificaciones están en la página del Raid Series Madrid. Enlace a clasificación...
La clasificación no es lo más importante, eso seguro, si lo fuera hubiera sido de los que ni la hubiera comenzado; qué sentido tendría tener un Hobby si no disfrutara de él, no lo explotase y exprimiese..., pues eso!!
¿Es cosa mía o parece que lo abrieron y vaciaron para aligerar?... Trazado y decoración, fantásticas, sobre todo después del tremendo trabajo de la prueba del Raid Series Madrid, cuya decoración y trazados eran un lujo.
Ese detalle de las pistas con hierbas altas me encanta.
Un banco de pruebas, el Resis Raid Madrid, fantástico para cualquier vehículo; los Quads aguantaron como jabatos, y la prueba era de fuego, tres horas a muy buen ritmo y un comportamiento que de verdad sorprende; al menos el que piloté, iba de lujo. Gracias Chema, Paco..., y resto de compañeros, una muy buena mañana. El año que viene tal vez los reglamentos puedan cambiar para mantener a más equipos en pista. A lo mejor a más equipos precio menor, menos abandonos..., no sé, ya tendremos tiempo de hablar de ello.
Salud
miércoles, 30 de septiembre de 2009
martes, 29 de septiembre de 2009
SUNRED SR 21 Valencia
El primer SUNRED SR 21 de Fly Slot Cars Alfa Series o Fly Alfa Series -la antigua Flyers de Fly Car Model- Model31distributions. Chasis y carrocería fueron diseñados antes de la adquisición de moldes por la nueva compañía, y como los antiguos Flyers son de fabricación China al 100%, algo que si viéramos como un minus valor de la marca estaríamos aviados pues la gran mayoría de las marcas actuales de Slot se fabrican, e incluso diseñan, íntegramente en China. Mientras Fly Alfa es producción 100% oriental, su "hermana mayor" Fly Slot Cars mantiene una línea de producción en España.
El chasis, muy plano y con unas cotas fantásticas -a priori- para un comportamiento óptimo en pista monta motor en línea. El cochecito de las fotos, como en el caso del Riley, está ya en manos del Máster Luis W. para su Puturrúficación pistera, eso sí, con un espejo retrovisor roto por culpa mía comprobando hasta dónde eran resistentes. Su PVR, como en el Riley, es de unos 25 Euros. Y hablando de resistencia, romper el espejo estuvo más o menos complicado, pero el spoiler trasero se me hizo casi imposible, muy resistente, llegando a tocar el extremo en la carrocería sin sufrir menoscabo. Ahí es donde me gusté e intenté lo mismo con el espejo..., manitas de oro.
El Internacional GT Open fue la primera prueba disputada en el circuito que aprovecha el trazado urbano de la ciudad de Valencia que sirvió como prueba de fuego para el GP de F1 de Europa a disputarse en tan extraño, incómodo, absurdo, innecesario y controvertido trazado urbano…., y para más Inri, hay gradas desde las que la visibilidad era muy reducida, por no decir prácticamente nula…, echarle en 2009 la culpa a la crisis es fácil, no, la culpa es del trazado. Y hablando de trazado, esta calca al revés desconozco si se produce sólo en mi unidad, con lo que habrá otra media naranja con la del flanco del piloto al viés, o ha sido nota común; una vez consiga contactar con el fabricante lo trasladaré al blog. Contactado: Parece ser que es una unidad de las denominadas raras, por suerte -para quienes buscan rarezas- o por desgracia -para quienes buscan fidelidad-.
A este punto se ha debido intuir que el trazado valenciano, ojo, el urbano y no el de Cheste, me repele. Qué necesidad hay de disputar un GP de F1 (H2 tocado y hundido) en un trazado que no aporta nada; cierto, como muchos, pero es que ni tan siquiera aporta historia, glamour, belleza o espectáculo. No es que esté en contra de circuitos urbanos, Mónaco es Mónaco, o mixtos, pero es que hay muchas diferencias entre estos y el urbano de Valencia. ¿Espectáculo? No, ya que es nuevo el circuito podría aportar algo novedoso. ¿No sería más lógico que hubiéramos elegido el nuevo circuito de Alcañiz? O si queremos belleza, un “centro” de ciudad, ojo, que no digo que se disputase por el centro histórico de Segovia, ¿pero no habría una ciudad española con anchas avenidas y posibilidades para trazar un circuito espectacular? Pi, no, bajo el acueducto una línea de meta no cuadra, sería más un Pin-Ball que una línea de meta.
Desde luego que este GT de Fly Alfa transmite toda la fuerza y agresividad de su 1:1, un morro y una zaga espectaculares, sin duda.
La cita de Valencia era la quinta prueba de la temporada del Open Internacional de GT, un campeonato para vehículos Gran Turismo de origen muy español. El formato es el utilizado en infinidad de competiciones automovilísticas, carrera el sábado y segunda el domingo. Una competición de la que no me puedo declarar seguidor, aunque me encantaría..., pero en qué canal y a qué horas... Si yo fuera valenciano (CA) me encantaría tener este coche, o los de Fuster..., pero nadie se atreve con él..., a ver si alguien nos sorprende..., que creo que sí (Vale, hablemos del SR 21).
Dentro de dicha competición encontramos dos carreras, la Pro-Am (Sobre una distancia de 200 kilómetros donde tomó parte nuestra protagonista sin mucho éxito) y la Open GT (Sobre una distancia de 150 kilómetros). La igualdad de todas las máquinas, separadas en clase en función de peso y potencia, hacen que la espectacularidad de cada carrera sea su mayor atractivo, junto con poder disfrutar de los mejores deportivos “de concesionario”.
Las grandes dominadores del 2008 fueron las Ferrari 430, en especial la de Montermini y Maceratesi de la escudería Playteam. Las 430 coparon seis de las primeras siete posiciones de la clasificación final. El mejor resultado de nuestra Sunred SR 21 fue el segundo puesto en Monza y el tercero en Cataluña al mando de José Luis Pérez Aicart y Óscar Fernández.
Unas llantas espectaculares de factura Fly Car Model, quien patrocinaba el 1:1 antes del cataclismo en el sector tocado de lleno por la crisis. Impresionantes llantas.
Y como el Riley, decoración a base de calcas al agua..., a que tampoco se nota. Y como decía Ángel, y si lo quieres para competir, cambio por material rectificado y una pasada por el aerógrafo para individualizarlo..., y listo.
Y mira que estamos cerca... (También el tapón del depósito es calca).
Y como con la Riley, y como bien dije antes, yo poco podría aportar en cuestiones dinámicas o de preparación, así que lo envío al Box de Luis quien sabrá preparar, disfrutar y exprimir Bien este GT.
Salud
El chasis, muy plano y con unas cotas fantásticas -a priori- para un comportamiento óptimo en pista monta motor en línea. El cochecito de las fotos, como en el caso del Riley, está ya en manos del Máster Luis W. para su Puturrúficación pistera, eso sí, con un espejo retrovisor roto por culpa mía comprobando hasta dónde eran resistentes. Su PVR, como en el Riley, es de unos 25 Euros. Y hablando de resistencia, romper el espejo estuvo más o menos complicado, pero el spoiler trasero se me hizo casi imposible, muy resistente, llegando a tocar el extremo en la carrocería sin sufrir menoscabo. Ahí es donde me gusté e intenté lo mismo con el espejo..., manitas de oro.
El Internacional GT Open fue la primera prueba disputada en el circuito que aprovecha el trazado urbano de la ciudad de Valencia que sirvió como prueba de fuego para el GP de F1 de Europa a disputarse en tan extraño, incómodo, absurdo, innecesario y controvertido trazado urbano…., y para más Inri, hay gradas desde las que la visibilidad era muy reducida, por no decir prácticamente nula…, echarle en 2009 la culpa a la crisis es fácil, no, la culpa es del trazado. Y hablando de trazado, esta calca al revés desconozco si se produce sólo en mi unidad, con lo que habrá otra media naranja con la del flanco del piloto al viés, o ha sido nota común; una vez consiga contactar con el fabricante lo trasladaré al blog. Contactado: Parece ser que es una unidad de las denominadas raras, por suerte -para quienes buscan rarezas- o por desgracia -para quienes buscan fidelidad-.
A este punto se ha debido intuir que el trazado valenciano, ojo, el urbano y no el de Cheste, me repele. Qué necesidad hay de disputar un GP de F1 (H2 tocado y hundido) en un trazado que no aporta nada; cierto, como muchos, pero es que ni tan siquiera aporta historia, glamour, belleza o espectáculo. No es que esté en contra de circuitos urbanos, Mónaco es Mónaco, o mixtos, pero es que hay muchas diferencias entre estos y el urbano de Valencia. ¿Espectáculo? No, ya que es nuevo el circuito podría aportar algo novedoso. ¿No sería más lógico que hubiéramos elegido el nuevo circuito de Alcañiz? O si queremos belleza, un “centro” de ciudad, ojo, que no digo que se disputase por el centro histórico de Segovia, ¿pero no habría una ciudad española con anchas avenidas y posibilidades para trazar un circuito espectacular? Pi, no, bajo el acueducto una línea de meta no cuadra, sería más un Pin-Ball que una línea de meta.
Desde luego que este GT de Fly Alfa transmite toda la fuerza y agresividad de su 1:1, un morro y una zaga espectaculares, sin duda.
La cita de Valencia era la quinta prueba de la temporada del Open Internacional de GT, un campeonato para vehículos Gran Turismo de origen muy español. El formato es el utilizado en infinidad de competiciones automovilísticas, carrera el sábado y segunda el domingo. Una competición de la que no me puedo declarar seguidor, aunque me encantaría..., pero en qué canal y a qué horas... Si yo fuera valenciano (CA) me encantaría tener este coche, o los de Fuster..., pero nadie se atreve con él..., a ver si alguien nos sorprende..., que creo que sí (Vale, hablemos del SR 21).
Dentro de dicha competición encontramos dos carreras, la Pro-Am (Sobre una distancia de 200 kilómetros donde tomó parte nuestra protagonista sin mucho éxito) y la Open GT (Sobre una distancia de 150 kilómetros). La igualdad de todas las máquinas, separadas en clase en función de peso y potencia, hacen que la espectacularidad de cada carrera sea su mayor atractivo, junto con poder disfrutar de los mejores deportivos “de concesionario”.
Las grandes dominadores del 2008 fueron las Ferrari 430, en especial la de Montermini y Maceratesi de la escudería Playteam. Las 430 coparon seis de las primeras siete posiciones de la clasificación final. El mejor resultado de nuestra Sunred SR 21 fue el segundo puesto en Monza y el tercero en Cataluña al mando de José Luis Pérez Aicart y Óscar Fernández.
Unas llantas espectaculares de factura Fly Car Model, quien patrocinaba el 1:1 antes del cataclismo en el sector tocado de lleno por la crisis. Impresionantes llantas.
Y como el Riley, decoración a base de calcas al agua..., a que tampoco se nota. Y como decía Ángel, y si lo quieres para competir, cambio por material rectificado y una pasada por el aerógrafo para individualizarlo..., y listo.
Y mira que estamos cerca... (También el tapón del depósito es calca).
Y como con la Riley, y como bien dije antes, yo poco podría aportar en cuestiones dinámicas o de preparación, así que lo envío al Box de Luis quien sabrá preparar, disfrutar y exprimir Bien este GT.
Salud
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FLY SLOT CARS
lunes, 28 de septiembre de 2009
CHAPARRAL 2A REVELL V. MRRC
REVELL V. MRRC igual a victoria de Monogram, o lo que es lo mismo, otro molde histórico recuperado por parte de Revell-Mongram y MRRC con chasis Sebring Series de MRRC y motor Scaleauto, aunque esta última :) no tiene previsto comercializar una tercera versión del Chaparral 2A, ó 2..., o incluso 2D ó 2F; aunque esto no es 1:1 y para eso deberían tirar de otras carrocerías diferentes a las de hoy, la del Chaparral número 3 pilotado hasta la victoria por Jim Hall y Hap Sharp en las 12 horas de Sebring de 1965 -entiendo que es esta, dado que en su caja no se facilita ningún dato salvo Chaparral 2C- y la del Correcaminos número 66 pilotado hasta la victoria por Hap Sharp en las 500 Millas Road America en June Sprints.
Ambas máquinas participaron respectivamente en la carrera de la otra; con fortunas diferentes, tanto como que nuestra #66 ganadora en June Sprints sólo pudo ser vigésimo segunda en las 12 de Sebring y nuestra #3 fue segunda en June Sprints, un One-Two de Chaparral. Sebring 1965, ya no es la primera reproducción de dicha carrera en el blog, y estoy seguro que más vendrán.
Chaparral..., una marca, mejor, un concepto, que nace tras los magníficos Scarab de Lance Reventlow (Florida) y los Cobras de Carroll Shelby (California), una nueva marca despuntaba en Midland (Texas), un nombre curioso, Chaparral, para unos coches que terminaron siendo demasiado efectivos para que “los despachos” no pisasen su freno. Parecía extraño que una nueva marca se estuviese gestando en una ciudad como Midland (Tx.), una ciudad descrita como “Cuando estás muy lejos del El Paso, pero no puedes llegar a Houston”. Los culpables de tal desconcierto eran los jóvenes Jim Hall y James “Hap” Sharp, empresarios petroleros que unieron sus fuerzas para crear estos fabulosos vehículos.
Su nombre; Chaparral, “Roadrunner” o “Geococcyx”, no es más que un ave terrestre capaz de volar y que pese a medir entre 46 y 61 centímetros de longitud, pueden correr a una velocidad de 24 kilómetros por hora. Un ave que prefiere esprintar a volar; aptitud que reservan para escapar más rápido de sus predadores, entre los que se encuentra el coyote, tal y como inmortalizó la WB en 48 episodios y un cortometraje…, el Correcaminos y su fiel perseguidor, “el Coyote”.
El “Correcaminos” animado, y la Chaparral, tienen una cosa más en común, algo que sin duda hizo que Hall y Hap se decidieran por este nombre en lugar de “Midland”. Ambos corredores son tejanos de procedencia (Ep. The wild chase – Correcaminos v. Speedy González). Texas estaba de moda: primero John Mecom y su fantástico equipo de carreras y; ahora estas pequeñas y maravillosas máquinas blancas. Unas máquinas de leyenda que fueron fotografiadas por primera vez en unos test en Riverside en 1961. Con Hall al volante de su bólido de motor delantero y los constructores Dick Troutman y Tom Barnes vigilando sus evoluciones.
Como enlace con las glorias del pasado su jefe de mecánicos, el ex-Cunningham Red Byron. Junto a Hall comenzó a desarrollar los que por entonces serían sus coches favoritos, sus queridos Maseratis. Con la experiencia recogida y encorajinado gracias a sus camaradas “Hap” Sharp y Ronnie Hisson todos ellos deciden construir un pequeño circuito donde entrenar a las afueras de Midland, si ciudad. El terreno de su propiedad donde se ubicaría el mismo estaba salpicado de pequeñas edificaciones propias en una superficie de poco más de 8.000 metros cuadrados. Sus largas trompetas de toma de aire, y los escapes individuales permitían lograr el par perfecto para la transmisión automática de origen Chevrolet que montaba.
Un pequeño circuito asfaltado de casi dos kilómetros de longitud y con forma de pera debería ser suficiente para poder tener ese “plus” que buscaban si querían hacer algo grande en el mundo del automovilismo. La idea era tener un circuito que “cazase” los fallos de sus coches, un circuito capaz de descubrir sus debilidades, y el nombre le vendría al pelo, “Rattlesnake Raceway”. Casualidad o no, la serpiente de cascabel (rattlesnake) es uno de los mayores predadores naturales de los chaparrales, y en este caso el Rattlesnake sería quien debería hacer más fuertes a los Chaparral. Y como en estas máquinas, cuando uno las mira por fuera, sólo se adivinan entradas y salidas de aire, aquí tenemos dos de aire caliente.
Dos importantes personajes en esta historia son Troutman y Barnes; quienes dotaron al Pájaro Blanco de un motor Chevrolet, el bólido comienza a “correr”. Suspensión independiente para las cuatro ruedas, el big block empujando y no tirando de él y las primeras victorias para Hall, piloto, probador, propietario y constructor, en 1962, Elkhart Lake fue el circuito testigo de esas dos victorias. Texas estaba por aquel entonces en la punta de lanza tecnológica del país, y no por los Chaparral, más bien por la industria aero-espacial (Houston). Hall y Sharp no dejarían escapar esa oportunidad de contar con lo más moderno tecnológicamente, el motor ya lo tenían, la mayoría de los componentes también…, el monocasco de fibra de vidrio reforzado con plástico epoxy de Plastrend.
Tres de ellos llegarían a ser “automóviles”. El primer Chaparral 2 es “botado” en Riverside a finales del ’63, y su debut no pudo ser mejor, Pole para Hall. Sin embargo no pudo mantener dicha Pole en carrera debido a un fallo eléctrico. Los dos Chaparral eran “diferentes” entre sí, el de Hall con motor Chevrolet y caja de cambios Colotti y para Sharp el “sister” con un motor Oldsmobile algo más pequeño y caja de cambios Cooper. Siete victorias, seis segundos y tres terceros fueron el bagaje para ese 1964. Ahora Rattlesnake estaba en el mapa y Midland a sus afueras.
Frank Winchell (responsable del I+D de Chevrolet) estaba entusiasmado con estas maravillas tejanas para el desarrollo y evolución de los avances técnicos probados sobre las Chaparral. Así es como se lleva a cabo el experimento de Laguna Seca en mayo del ’64. Acoplando un Chevy V-8 a la Chaparral 2, Hall al volante y una victoria incontestable para un Chaparral con motor con cambio automático Chevrolet. Un motor al que se le añadiría una segunda velocidad para agosto de 1964 y una tercera en la temporada de 1966.
Desde luego que los números no engañan en cuanto a si dicha alianza con la marca de la Bow-tie fue o no fructífera, 16 victorias en 21 carreras en 1965, incluyendo las 12 horas de Sebring y las 500 millas de Road America en June Sprints. Unas carreras en las que el piloto ya contaría con un finísimo cojín para no sufrir las inclemecias de estar sentado durente "x" vibrantes horas sobre el piso del habitáculo. Las llantas, en dos piezas, son diseño de Frank Boehm, permitían variar el diámetro de las mismas y estaban concebidas para una mejor ventiación.
Otra curiosidad, aunque no siendo experto me ha sido muy complicado fotografiar, es esta toma de aire extra en negro sobre marrón más o menos oscuro situada en la zona trasera. Esa toma de aire es una entrada extra abierta en la carrocería para llevar más aire fresco a los frenos traseros. En versiones anteriores de las Chaparral 2 no era tan necesaria, pero debido a que el freno de motor no era posible en estas maravillas y a las nuevas medidas (mayor diámetro) de las nuevas Firestone que montaba entraba menos aire fresco, siendo necesaria una entrada conducida de aire.
La aerodinámica es una de las señas de identidad de los Correcaminos motorizados de Hall, un hombre que viendo cómo los chasis sin carrocería eran más rápidos en su Serpiente de Cascabel que con ella decidió que era mejor utilizar ese flujo de aire que luchar contra él..., y vaya si lo consiguió. Y hablando de identidad, quién no reconoce su emblema.
Y hablando d reconocer y tampografía, si hemos visto ya algo, qué no decir de ella si nos acercamos... Bosch y Road América 1965 respectivamente.
El habitáculo, espartano, tal cual era, y sencillo, se une a la carrocería mediante cuatro tornillos, que una vez eliminados (Y pegada posteriormente con cyano) nos permiten tener más cerca algunos elementos.
Y entre ellos el afamado y regulable chasis Sebring de MRRC y elementos mecánicos (o eléctricos) de las pequeñinas.
Y el diámetro y ancho de sus neumáticos, que muchas veces no le hago mucho caso y que alguna vez algunos habéis echado en falta.
Tanto da, que me da lo mismo, dos maravillas a escala.
Salud
Ambas máquinas participaron respectivamente en la carrera de la otra; con fortunas diferentes, tanto como que nuestra #66 ganadora en June Sprints sólo pudo ser vigésimo segunda en las 12 de Sebring y nuestra #3 fue segunda en June Sprints, un One-Two de Chaparral. Sebring 1965, ya no es la primera reproducción de dicha carrera en el blog, y estoy seguro que más vendrán.
Chaparral..., una marca, mejor, un concepto, que nace tras los magníficos Scarab de Lance Reventlow (Florida) y los Cobras de Carroll Shelby (California), una nueva marca despuntaba en Midland (Texas), un nombre curioso, Chaparral, para unos coches que terminaron siendo demasiado efectivos para que “los despachos” no pisasen su freno. Parecía extraño que una nueva marca se estuviese gestando en una ciudad como Midland (Tx.), una ciudad descrita como “Cuando estás muy lejos del El Paso, pero no puedes llegar a Houston”. Los culpables de tal desconcierto eran los jóvenes Jim Hall y James “Hap” Sharp, empresarios petroleros que unieron sus fuerzas para crear estos fabulosos vehículos.
Su nombre; Chaparral, “Roadrunner” o “Geococcyx”, no es más que un ave terrestre capaz de volar y que pese a medir entre 46 y 61 centímetros de longitud, pueden correr a una velocidad de 24 kilómetros por hora. Un ave que prefiere esprintar a volar; aptitud que reservan para escapar más rápido de sus predadores, entre los que se encuentra el coyote, tal y como inmortalizó la WB en 48 episodios y un cortometraje…, el Correcaminos y su fiel perseguidor, “el Coyote”.
El “Correcaminos” animado, y la Chaparral, tienen una cosa más en común, algo que sin duda hizo que Hall y Hap se decidieran por este nombre en lugar de “Midland”. Ambos corredores son tejanos de procedencia (Ep. The wild chase – Correcaminos v. Speedy González). Texas estaba de moda: primero John Mecom y su fantástico equipo de carreras y; ahora estas pequeñas y maravillosas máquinas blancas. Unas máquinas de leyenda que fueron fotografiadas por primera vez en unos test en Riverside en 1961. Con Hall al volante de su bólido de motor delantero y los constructores Dick Troutman y Tom Barnes vigilando sus evoluciones.
Como enlace con las glorias del pasado su jefe de mecánicos, el ex-Cunningham Red Byron. Junto a Hall comenzó a desarrollar los que por entonces serían sus coches favoritos, sus queridos Maseratis. Con la experiencia recogida y encorajinado gracias a sus camaradas “Hap” Sharp y Ronnie Hisson todos ellos deciden construir un pequeño circuito donde entrenar a las afueras de Midland, si ciudad. El terreno de su propiedad donde se ubicaría el mismo estaba salpicado de pequeñas edificaciones propias en una superficie de poco más de 8.000 metros cuadrados. Sus largas trompetas de toma de aire, y los escapes individuales permitían lograr el par perfecto para la transmisión automática de origen Chevrolet que montaba.
Un pequeño circuito asfaltado de casi dos kilómetros de longitud y con forma de pera debería ser suficiente para poder tener ese “plus” que buscaban si querían hacer algo grande en el mundo del automovilismo. La idea era tener un circuito que “cazase” los fallos de sus coches, un circuito capaz de descubrir sus debilidades, y el nombre le vendría al pelo, “Rattlesnake Raceway”. Casualidad o no, la serpiente de cascabel (rattlesnake) es uno de los mayores predadores naturales de los chaparrales, y en este caso el Rattlesnake sería quien debería hacer más fuertes a los Chaparral. Y como en estas máquinas, cuando uno las mira por fuera, sólo se adivinan entradas y salidas de aire, aquí tenemos dos de aire caliente.
Dos importantes personajes en esta historia son Troutman y Barnes; quienes dotaron al Pájaro Blanco de un motor Chevrolet, el bólido comienza a “correr”. Suspensión independiente para las cuatro ruedas, el big block empujando y no tirando de él y las primeras victorias para Hall, piloto, probador, propietario y constructor, en 1962, Elkhart Lake fue el circuito testigo de esas dos victorias. Texas estaba por aquel entonces en la punta de lanza tecnológica del país, y no por los Chaparral, más bien por la industria aero-espacial (Houston). Hall y Sharp no dejarían escapar esa oportunidad de contar con lo más moderno tecnológicamente, el motor ya lo tenían, la mayoría de los componentes también…, el monocasco de fibra de vidrio reforzado con plástico epoxy de Plastrend.
Tres de ellos llegarían a ser “automóviles”. El primer Chaparral 2 es “botado” en Riverside a finales del ’63, y su debut no pudo ser mejor, Pole para Hall. Sin embargo no pudo mantener dicha Pole en carrera debido a un fallo eléctrico. Los dos Chaparral eran “diferentes” entre sí, el de Hall con motor Chevrolet y caja de cambios Colotti y para Sharp el “sister” con un motor Oldsmobile algo más pequeño y caja de cambios Cooper. Siete victorias, seis segundos y tres terceros fueron el bagaje para ese 1964. Ahora Rattlesnake estaba en el mapa y Midland a sus afueras.
Frank Winchell (responsable del I+D de Chevrolet) estaba entusiasmado con estas maravillas tejanas para el desarrollo y evolución de los avances técnicos probados sobre las Chaparral. Así es como se lleva a cabo el experimento de Laguna Seca en mayo del ’64. Acoplando un Chevy V-8 a la Chaparral 2, Hall al volante y una victoria incontestable para un Chaparral con motor con cambio automático Chevrolet. Un motor al que se le añadiría una segunda velocidad para agosto de 1964 y una tercera en la temporada de 1966.
Desde luego que los números no engañan en cuanto a si dicha alianza con la marca de la Bow-tie fue o no fructífera, 16 victorias en 21 carreras en 1965, incluyendo las 12 horas de Sebring y las 500 millas de Road America en June Sprints. Unas carreras en las que el piloto ya contaría con un finísimo cojín para no sufrir las inclemecias de estar sentado durente "x" vibrantes horas sobre el piso del habitáculo. Las llantas, en dos piezas, son diseño de Frank Boehm, permitían variar el diámetro de las mismas y estaban concebidas para una mejor ventiación.
Otra curiosidad, aunque no siendo experto me ha sido muy complicado fotografiar, es esta toma de aire extra en negro sobre marrón más o menos oscuro situada en la zona trasera. Esa toma de aire es una entrada extra abierta en la carrocería para llevar más aire fresco a los frenos traseros. En versiones anteriores de las Chaparral 2 no era tan necesaria, pero debido a que el freno de motor no era posible en estas maravillas y a las nuevas medidas (mayor diámetro) de las nuevas Firestone que montaba entraba menos aire fresco, siendo necesaria una entrada conducida de aire.
La aerodinámica es una de las señas de identidad de los Correcaminos motorizados de Hall, un hombre que viendo cómo los chasis sin carrocería eran más rápidos en su Serpiente de Cascabel que con ella decidió que era mejor utilizar ese flujo de aire que luchar contra él..., y vaya si lo consiguió. Y hablando de identidad, quién no reconoce su emblema.
Y hablando d reconocer y tampografía, si hemos visto ya algo, qué no decir de ella si nos acercamos... Bosch y Road América 1965 respectivamente.
El habitáculo, espartano, tal cual era, y sencillo, se une a la carrocería mediante cuatro tornillos, que una vez eliminados (Y pegada posteriormente con cyano) nos permiten tener más cerca algunos elementos.
Y entre ellos el afamado y regulable chasis Sebring de MRRC y elementos mecánicos (o eléctricos) de las pequeñinas.
Y el diámetro y ancho de sus neumáticos, que muchas veces no le hago mucho caso y que alguna vez algunos habéis echado en falta.
Tanto da, que me da lo mismo, dos maravillas a escala.
Salud
Esto (MRRC V. Revell) amigos no ha acabado, aún hay más :)
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