lunes, 28 de septiembre de 2009

CHAPARRAL 2A REVELL V. MRRC

REVELL V. MRRC igual a victoria de Monogram, o lo que es lo mismo, otro molde histórico recuperado por parte de Revell-Mongram y MRRC con chasis Sebring Series de MRRC y motor Scaleauto, aunque esta última :) no tiene previsto comercializar una tercera versión del Chaparral 2A, ó 2..., o incluso 2D ó 2F; aunque esto no es 1:1 y para eso deberían tirar de otras carrocerías diferentes a las de hoy, la del Chaparral número 3 pilotado hasta la victoria por Jim Hall y Hap Sharp en las 12 horas de Sebring de 1965 -entiendo que es esta, dado que en su caja no se facilita ningún dato salvo Chaparral 2C- y la del Correcaminos número 66 pilotado hasta la victoria por Hap Sharp en las 500 Millas Road America en June Sprints.

CHAPARRAL 2C


Ambas máquinas participaron respectivamente en la carrera de la otra; con fortunas diferentes, tanto como que nuestra #66 ganadora en June Sprints sólo pudo ser vigésimo segunda en las 12 de Sebring y nuestra #3 fue segunda en June Sprints, un One-Two de Chaparral. Sebring 1965, ya no es la primera reproducción de dicha carrera en el blog, y estoy seguro que más vendrán.

CHAPARRAL 2C


Chaparral..., una marca, mejor, un concepto, que nace tras los magníficos Scarab de Lance Reventlow (Florida) y los Cobras de Carroll Shelby (California), una nueva marca despuntaba en Midland (Texas), un nombre curioso, Chaparral, para unos coches que terminaron siendo demasiado efectivos para que “los despachos” no pisasen su freno. Parecía extraño que una nueva marca se estuviese gestando en una ciudad como Midland (Tx.), una ciudad descrita como “Cuando estás muy lejos del El Paso, pero no puedes llegar a Houston”. Los culpables de tal desconcierto eran los jóvenes Jim Hall y James “Hap” Sharp, empresarios petroleros que unieron sus fuerzas para crear estos fabulosos vehículos.

CHAPARRAL 2C

CHAPARRAL 2C


Su nombre; Chaparral, “Roadrunner” o “Geococcyx”, no es más que un ave terrestre capaz de volar y que pese a medir entre 46 y 61 centímetros de longitud, pueden correr a una velocidad de 24 kilómetros por hora. Un ave que prefiere esprintar a volar; aptitud que reservan para escapar más rápido de sus predadores, entre los que se encuentra el coyote, tal y como inmortalizó la WB en 48 episodios y un cortometraje…, el Correcaminos y su fiel perseguidor, “el Coyote”.

CHAPARRAL 2C

CHAPARRAL 2C


El “Correcaminos” animado, y la Chaparral, tienen una cosa más en común, algo que sin duda hizo que Hall y Hap se decidieran por este nombre en lugar de “Midland”. Ambos corredores son tejanos de procedencia (Ep. The wild chase – Correcaminos v. Speedy González). Texas estaba de moda: primero John Mecom y su fantástico equipo de carreras y; ahora estas pequeñas y maravillosas máquinas blancas. Unas máquinas de leyenda que fueron fotografiadas por primera vez en unos test en Riverside en 1961. Con Hall al volante de su bólido de motor delantero y los constructores Dick Troutman y Tom Barnes vigilando sus evoluciones.

CHAPARRAL 2C

CHAPARRAL 2C


Como enlace con las glorias del pasado su jefe de mecánicos, el ex-Cunningham Red Byron. Junto a Hall comenzó a desarrollar los que por entonces serían sus coches favoritos, sus queridos Maseratis. Con la experiencia recogida y encorajinado gracias a sus camaradas “Hap” Sharp y Ronnie Hisson todos ellos deciden construir un pequeño circuito donde entrenar a las afueras de Midland, si ciudad. El terreno de su propiedad donde se ubicaría el mismo estaba salpicado de pequeñas edificaciones propias en una superficie de poco más de 8.000 metros cuadrados. Sus largas trompetas de toma de aire, y los escapes individuales permitían lograr el par perfecto para la transmisión automática de origen Chevrolet que montaba.

CHAPARRAL 2C

CHAPARRAL 2C


Un pequeño circuito asfaltado de casi dos kilómetros de longitud y con forma de pera debería ser suficiente para poder tener ese “plus” que buscaban si querían hacer algo grande en el mundo del automovilismo. La idea era tener un circuito que “cazase” los fallos de sus coches, un circuito capaz de descubrir sus debilidades, y el nombre le vendría al pelo, “Rattlesnake Raceway”. Casualidad o no, la serpiente de cascabel (rattlesnake) es uno de los mayores predadores naturales de los chaparrales, y en este caso el Rattlesnake sería quien debería hacer más fuertes a los Chaparral. Y como en estas máquinas, cuando uno las mira por fuera, sólo se adivinan entradas y salidas de aire, aquí tenemos dos de aire caliente.

CHAPARRAL 2C

CHAPARRAL 2C


Dos importantes personajes en esta historia son Troutman y Barnes; quienes dotaron al Pájaro Blanco de un motor Chevrolet, el bólido comienza a “correr”. Suspensión independiente para las cuatro ruedas, el big block empujando y no tirando de él y las primeras victorias para Hall, piloto, probador, propietario y constructor, en 1962, Elkhart Lake fue el circuito testigo de esas dos victorias. Texas estaba por aquel entonces en la punta de lanza tecnológica del país, y no por los Chaparral, más bien por la industria aero-espacial (Houston). Hall y Sharp no dejarían escapar esa oportunidad de contar con lo más moderno tecnológicamente, el motor ya lo tenían, la mayoría de los componentes también…, el monocasco de fibra de vidrio reforzado con plástico epoxy de Plastrend.

CHAPARRAL 2C

CHAPARRAL 2C


Tres de ellos llegarían a ser “automóviles”. El primer Chaparral 2 es “botado” en Riverside a finales del ’63, y su debut no pudo ser mejor, Pole para Hall. Sin embargo no pudo mantener dicha Pole en carrera debido a un fallo eléctrico. Los dos Chaparral eran “diferentes” entre sí, el de Hall con motor Chevrolet y caja de cambios Colotti y para Sharp el “sister” con un motor Oldsmobile algo más pequeño y caja de cambios Cooper. Siete victorias, seis segundos y tres terceros fueron el bagaje para ese 1964. Ahora Rattlesnake estaba en el mapa y Midland a sus afueras.

CHAPARRAL 2C

CHAPARRAL 2C


Frank Winchell (responsable del I+D de Chevrolet) estaba entusiasmado con estas maravillas tejanas para el desarrollo y evolución de los avances técnicos probados sobre las Chaparral. Así es como se lleva a cabo el experimento de Laguna Seca en mayo del ’64. Acoplando un Chevy V-8 a la Chaparral 2, Hall al volante y una victoria incontestable para un Chaparral con motor con cambio automático Chevrolet. Un motor al que se le añadiría una segunda velocidad para agosto de 1964 y una tercera en la temporada de 1966.

CHAPARRAL 2C

CHAPARRAL 2C


Desde luego que los números no engañan en cuanto a si dicha alianza con la marca de la Bow-tie fue o no fructífera, 16 victorias en 21 carreras en 1965, incluyendo las 12 horas de Sebring y las 500 millas de Road America en June Sprints. Unas carreras en las que el piloto ya contaría con un finísimo cojín para no sufrir las inclemecias de estar sentado durente "x" vibrantes horas sobre el piso del habitáculo. Las llantas, en dos piezas, son diseño de Frank Boehm, permitían variar el diámetro de las mismas y estaban concebidas para una mejor ventiación.

CHAPARRAL 2C

CHAPARRAL 2C

CHAPARRAL 2C

CHAPARRAL 2C


Otra curiosidad, aunque no siendo experto me ha sido muy complicado fotografiar, es esta toma de aire extra en negro sobre marrón más o menos oscuro situada en la zona trasera. Esa toma de aire es una entrada extra abierta en la carrocería para llevar más aire fresco a los frenos traseros. En versiones anteriores de las Chaparral 2 no era tan necesaria, pero debido a que el freno de motor no era posible en estas maravillas y a las nuevas medidas (mayor diámetro) de las nuevas Firestone que montaba entraba menos aire fresco, siendo necesaria una entrada conducida de aire.

CHAPARRAL 2C

CHAPARRAL 2C


La aerodinámica es una de las señas de identidad de los Correcaminos motorizados de Hall, un hombre que viendo cómo los chasis sin carrocería eran más rápidos en su Serpiente de Cascabel que con ella decidió que era mejor utilizar ese flujo de aire que luchar contra él..., y vaya si lo consiguió. Y hablando de identidad, quién no reconoce su emblema.

CHAPARRAL 2C


Y hablando d reconocer y tampografía, si hemos visto ya algo, qué no decir de ella si nos acercamos... Bosch y Road América 1965 respectivamente.

CHAPARRAL 2C

CHAPARRAL 2C


El habitáculo, espartano, tal cual era, y sencillo, se une a la carrocería mediante cuatro tornillos, que una vez eliminados (Y pegada posteriormente con cyano) nos permiten tener más cerca algunos elementos.

CHAPARRAL 2C

CHAPARRAL 2C


Y entre ellos el afamado y regulable chasis Sebring de MRRC y elementos mecánicos (o eléctricos) de las pequeñinas.

CHAPARRAL 2C


Y el diámetro y ancho de sus neumáticos, que muchas veces no le hago mucho caso y que alguna vez algunos habéis echado en falta.

CHAPARRAL 2C


Tanto da, que me da lo mismo, dos maravillas a escala.

CHAPARRAL 2C

CHAPARRAL 2C


Salud


Esto (MRRC V. Revell) amigos no ha acabado, aún hay más :)

7 comentarios:

PI-MADRID dijo...

El Chaparral...mira que es un coche feo el jodío, pero tiene "algo"...un encanto que le hace especial...¿será porque mis primeros coches de slot fueron sendos Chaparrales?

Joan-er-cunyao dijo...

Wenas!!!! Buena entrada Dem! Ya sabesque a mi los chaparrales no me entusiasman, en especial el que leva el "toldo" ajieaiej estos no están mal, pero si me tengo que quedar con uno, me quedaría con el 66, esas trompetas cromadas, llantas, interior del cockpit mejor terminado...... no hay colo en esta comparativa a pesar de que son "iguales" aie jaije ij Gracias por compartirla.
Adeu y gasssss

supergenix dijo...

Sí que tiene algo el jodido, yo de momento me resisto, jeje, aunque el amigo Luis me lo pone complicado, muy complicado, con estas fotuquis...

angel dijo...

Muy buen artículo, me quedo alucinando con tanta documentación jeje.
Los coches, pues dan ganas de ir a ocmprarlos a la de ya.. pero habrá que resistir.. a ver cuando te marcas un articulo de los nascars jajaj

Daniel Diedrich dijo...

Pedazo de correcaminos que siempre me encantaron por lo espantosos que son.
Son como mustang dragster de exin...cuanto más feos mas hermosos.

Prefiero las trompetas mates (así eran) y las llantas del primero.(idem)
Luis, bribón, mira que me he resistido siemprea comprarme alguno.

Leo tu texto, miro tus fotos, rebusco en el "internet" y me acabo planteando el tenerlos...

Saludos

Waskalas dijo...

Pues digas lo que digas... a mi es que de los chaparrales no me gusta ni el nombre. Estos dos de línea no andan mal Por detrás me parecen radios viejas y por delante tanto bulto no me llama nada. En fin, ningúno alcanza la fealdad del que tiene el tejadillo, ese es horrible, pero estos...

Jorge Luis dijo...

Excelente comparativa (realmente son las fotos las que la hacen) y texto histórico. Es precisamente su palmarés deportivo, y el apellido insigne de alguno de sus pilotos (como Hall) lo que los hace atractivos a ojos del coleccionista.

Para mí es realmente difícil quedarse con uno u otro. Tanto MRRC como Revell suelen cuidar mucho sus productos, y los moldes, el acabado de la pintura y la tampografía rayan a gran altura. Si acaso, me decantaría por el MRRC (el cromado de los tubos de escape en la réplica de Revell es un toque algo hortera).

Y sí, dan ganas de hacer con uno de ellos .... o con los dos, si hay ofertas jajajaja

Saludos desde Málaga

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