AUDI QUATTRO ESE UNO

La primera máquina de rally en disponer de tracción total –convertida desde una tracción delantera Grupo 4– en serio fue la Quattro de Audi, sin duda una máquina que revolucionó el mundo del rally y el modo en que el mismo debía concebirse. De hecho la investigación y desarrollo de las marcas llevaron a evolucionar, en muy pocos años, de las Fiat Abarth 131, Stratos, Escort…, a las brutales, y posteriormente prohibidas Grupo B.




Es difícil elegir una entre todas las Gr. B, cada una era diferente, a cada cual más exagerada en cuanto a prestaciones, la 037, Delta S4, Quattro A2, Sport o Sport S1, 205 T16, Celica TCT, Metro 6R4, M1, Samba, Visa, 4TC, 308GTB 4V, RS 200, Manta 400, 911 SC RS, 5 Turbo…, pero sin duda la S1 estará en el primer puesto de gran parte de los aficionados como su Gr. B fetiche.




Audi Quattro Sport S1, una máquina de aceleración brutal, subviradora y castigadora de neumáticos, una máquina superada por las circunstancias de una época y por franceses e italianos sea dicho de paso.




Homologada en 1985 y estrenada en el Olympus Rally, monstruosa e incontestable a ritmo de sinfonía apocalíptica para cinco cilindros longitudinales en 450 CV para 20 V y orquesta. Su estreno en el Teatro del mundial fue en Argentina en 1985. Su estreno en el mundial sería en el Mil Lagos de 1985. Su victoria, humillando al resto de rivales en el Sanremo de 1985, su única proeza en el mundial de Rallyes.




Pero la S1 no tendría la fortuna que sí tuvieron sus antecesoras, ya en Montecarlo se demostró que la última evolución de sus rivales había sido más efectiva, viéndose claramente superadas por la S4 de Toivonen y 206 T 16 E2 de Salonen. Sin Suecia y con la retirada, como he dicho antes, superada por las circunstancias, en Portugal Audi decide retirarse oficialmente del Mundial de Marcas y pilotos, qunque en mi opinión personal dicha decisión viene tomada por la imposibilidad de batir a las S4 y T16 de Lancia y Peugeot respectivamente. La S1 era netamente superior en largas rectas y tramos rápidos, pero exasperante en curvas de radio muy corto, desde luego su peor característica, como nuestra maqueta, no soporta curvas de radio corto ni cambios de rasante..., como Mazinguer, pero en lugar de puños morro fuera.




De todas las S1 oficiales sólo tengo identificadas ocho diferentes participantes en el mundial, a parte de las modificadas para la Pikes Peak y las privadas participantes en pruebas “menores” de los distintos campeonatos europeos de Rally.




Pero esa no sería la última vez que veríamos una S1 en competición, a parte de la Pikes Peak, la S1 sería una de las invitadas de honor a la Race Of Champions (ROC).




Pero antes de la ROC, sólo un poco de vicio, un nivel de detalle, sencillamente impresionante, tanto interior:






Como exterior, donde Revell ha reproducido algunos detalles de auténtico órdago de las S1. Su tampografía, muy correcta, aunque no al nivel de las citadas en días anteriores, se consolida en mi "top 6", y gracias en parte a esa falta de brillo enfermizo que algunos plásticos se empeñan en lucir, coñe, que los coches de carreras, y los de calle, no brillan como el puente de mando del Queen Elisabeth.




Al igual que elementos como el gran spoiler trasero y zaga que preside, impresionante por cierto y sin ese aspecto de bacaluti tuneador de finde en Benidorms con la Esteban de cospilotax.




Una zaga que según nos acercamos va metiéndonos en los '80 de lleno..., lástima de algunos detalles mejorables.




Qué bramir, qué acelerar, que petardeo desmedido, qué cuádrigas desbocadas y descocadas perdiendo el culo por todo tipo de carretera, camino o senda..., el pilotaje profesional del Rally estaba en lo más alto, las marcas luchaban con todo por ver quién tenía la mula más gorda, la que daba coces más fuertes y la que volaba más alto.




Los mejores ingenieros al servicio de los departamentos técnico-deportivos de las marcas, y no ya sólo en los equipos de resistencia o Fórmula, en los pequeños equipos de Rally que se encargaban de abrir carreteras heladas, desbrozar bosques o romper con sus roderas verdes pastos (qué poético esto de los pastos..., jur)..., el Rally era grande, tal vez demasiado, demasiado descontrolado, demasiado para unas condiciones de pista muy por debajo de las posibilidades técnicas de las máquinas.




Pero esta Ese Uno volvió a la carretera ya tras su jubilación y encerrada en los limites vallados de La Carrera de Campeones (ROC), una carrera que se disputó por primera vez en 1988 organizada por la ex-estrella de Audi Michel Mouton. La carrera contó en el Circuito de Monthléry con los mejores pilotos de Rally, con los campeones. Al final la batalla se la llevó nuestro protagonista de hoy, Juha Kankkunen quien se convirtió en el primer “Campeón de Campeones”, título que también han obtenido pilotos como Carlos Sainz, Auriol, Kovalainen, Loeb, Mäkinnen, Delecour o Blomqvist entre otros..., ahí es nada.




Y aún encerrada en un circuito..., ¿no sigue imponiendo cierto respeto?; ¿no sigue pareciendo un miura saliendo por mercaderes?... Salud.