BMW M3 GTR

BMW M3 GTR AutoArt, “el bávaro del anillo de Nurburg”, marca que siempre ha brillado (qué poético.. jaja) al pie de las montañas de Eifel, donde se encuentra el histórico circuito de Nurburgring, inaugurado en 1928 y al que Jackie Stewart apodó como “el infierno verde”, uno de los circuitos más bellos y duros de cuantos han acogido pruebas automovilísticas, tanto de Formula 1 como en pruebas de Resistencia.




Para esta últimas se utiliza el trazado de Nordschleife, anillo Norte del circuito. El Sudschleife, anillo Sur, no está actualmente operativo a efectos de competición. El Nordschleife discurre, como La Sarthe, por carreteras “convencionales”, si es que se puede llamar así a tan extraordinario recorrido. Situado al Norte del circuito de Gran Premio y al Sur de la ciudad de Adenau. Tal es su longitud que en el interior del anillo encontramos cuatro diferentes pueblos.




Hay datos del Nordschleife que apabullan, sus 172 curvas, 84 de derechas y 88 de izquierdas; sus diferentes radios, longitudes y peraltes hacían, hacen, de este templo de la velocidad, uno de los recorridos “en circuito” más duros y temibles, más en mojado, del mundo, el lugar donde se han batido los más grandes titanes de este deporte, donde se han escrito tantas páginas épicas como carreras disputadas,




Hoy el Nordschleife es sencillamente un “Circuito Museo” de más de 22 kilómetros de longitud, un lugar más temido que en su día la fortaleza medieval que lo preside, un circuito que se cierra todos los años para una carrera, las “24 Horas de Nurburgring”, una carrera de turismos dominada históricamente por BMW.




En las 24 horas de Nurburgring del 2004 no hubo sorpresa, el BMW M3 GTR pilotado por Hans-Joachim Stuck, Jörg Müller, Dirk Müller y Pedro Lamy* se hizo con la victoria, una victoria que no nos ha de extrañar tanto si atendemos a las características técnicas del M3.




Motor V8 de 470 CV de potencia (7,800 rpm.), calibrado para ofrecer una gran aceleración y recuperación, mantener una altísima velocidad punta y de gran maniobrabilidad. Las antedicha características han hecho a los M3 de BMW “los señores del anillo”, acumulando en este circuito nueve victorias desde que, a manos de Pirro, Ravaglia y Giroix, en 1989 un BMW M3 se hiciese con su primera victoria en él, continuando una tradición de victorias de la marca bávara; los BMW 2002, 2800, 325i y 635 CSi, pilotados por grandes como Stück, Lauda, Kelleners… Una victoria, la de 2004 que supuso la decimoséptima victoria de un BMW en Nurburgring, en sus 24 horas, las de Nordschleife.




Y hablando de victorias..., impresionante el nivel de detalle y acabado, no tan brillante (por barniz) como otras -cosa que agradezco-. ¿Entramos? ¿Apuntamos a Auto Art al Top 3?




Es que no es la llanta, ni el disco, es la tuerca central..., brutal!! Como brutal es el fotograbado en sus conductos de flujo (Entradas y salidas).




¿No se ve? Impresionante detalle:




Una reproducción de un bávaro al que no le duelen los riñones, son un lujo los riñones BMW. Y aquí el cromado está manchado porque cometí un error..., al desmontar el habitáculo es prácticamente necesario escojonar medio coche..., ese es el resultado, loctite en mis dedos y de ahí a todo el coche..., qué más contar.




¿Hablamos de tampografía y corrección? ¿De pintura? ¿De calidad? ¿De precio?..., hablemos..., aunue su mayor carga sigue siendo su comportamiento en pista, limitado, muy limitado.








Y las ópticas, un lujo, mejorable como todo, pero es que son tan creíbles...




Los escapes, plástico cromado, que no metal, pero que para nada dan aspecto plastiquero.




Y un interior muy Auto Art:






Una BMW de los pies a la cabeza..., ¿pero cuál es la cabeza?




Salud